“Lo que sí les puedo decir es que tenemos elementos para poder asegurar que está vinculado (la desaparición) con el narcotráfico, que está vinculada la acción del crimen organizado”, puntualizó el mandatario estatal.

Moreira Valdés instó a la Procuraduría General de la República (PGR) a investigar de inmediato la desaparición del reportero, ocurrida el 8 de julio pasado (hace 16 días), quien dirigía un noticiero radiofónico local de la misma empresa.

El padre del periodista, Rafael Ortiz, presentó el 13 de julio una denuncia penal ante la delegación de la PGR en el estado por la desaparición de su hijo. La PGR estatal inició un acta circunstanciada y los agentes de la oficina comenzaron a realizar las primeras pesquisas. Sin embargo, al preguntar oficialmente a la Procuraduría si la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas atendería las investigaciones, se respondió que “se está en espera de que la Procuraduría de Justicia del estado entregue un desglose de la averiguación previa, porque hasta ahora es un delito local”.

El gobernador sostuvo que al parecer el secuestro pretende “callar a quienes están haciendo públicos, problemas relacionados con el narcotráfico. Es parte de la estrategia del crimen organizado para intimidad a los medios de comunicación”.

El mandatario estatal comentó que el periodista “es una persona con una vida modesta, pero por su formación y su acción periodística sabemos que es fuerte en sus cuestionamientos, entonces seguramente yo iría por esa parte”.

Oficialmente, un grupo especial de la oficina antisecuestros de la Procuraduría del estado lleva a cabo las investigaciones. Sin embargo, después de 16 días no se cuenta con pista alguna que permita dar con el paradero del reportero. Tras una semana de vacaciones, el Ministerio Público encargado del caso regresó a sus tareas.

Se desconoce si Ortiz Martínez está vivo o no, explicó Horacio de Hoyos, delegado en Monclova de la Procuraduría estatal. El funcionario agregó que hasta el momento sus familiares no han recibido ninguna comunicación de parte de los secuestradores.

Temor de familiares y amigos

Con el paso de los días se agudiza entre familiares y amigos de Ortiz Martínez la incertidumbre y el temor de que no puedan encontrarlo con vida. Personas cercanas al reportero confirmaron que el periodista es una persona honesta y que en un sinnúmero de ocasiones entre el año 2000 y el 2005 denunció la presencia de “tienditas” en las que se comerciaba droga en Ciudad Acuña, Coahuila.

Como reportero, luego como locutor y director de noticias para Radio Felicidad, denunció abiertamente en los micrófonos las direcciones exactas en donde se ubicaban los vendedores de drogas en el municipio y convocó a la policía o en ocasiones al Ejército para que cerraran esos lugares. Incluso había logrado construir un mapa del municipio en el que tenía señalada cada una de esas “tienditas” con su dirección completa.

En una ocasión en el 2002, relató una de las personas cercanas, cuando el reportero salía de la estación de radio en Ciudad Acuña alrededor de las 9 de la noche, se le acercó una camioneta Suburban negra, de la que bajó un hombre y le dijo que había una persona que quería hablar con él. Se subió al vehículo y se encontró con un hombre bien vestido que portaba muchas joyas y que lo increpó sobre las razones por las que denunciaba las “narco-tienditas”, que si no le bastaban los 100 dólares que le enviaba con otro reportero. Agregó que el periodista, sin miedo dijo que él no recibía ningún dinero y que no lo haría, que ellos podían seguir con su negocio, pero que él tenía que hacer su trabajo ya que no era justo que envenenaran a los jóvenes y niños. Media hora después, tras terminar la charla en la que recibió ofrecimiento de automóviles y hasta casas, lo dejaron en su automóvil y se fue a su casa.

En ocasiones, continuó el relato de allegados, sí le daba miedo y adoptaba precauciones en su rutina, porque las amenazas crecían. El último problema que enfrentó y que prácticamente lo obligó a dejar Ciudad Acuña fue el que se generó dentro de la empresa de radio para la que trabajaba, en donde apoyaban al candidato de un partido político y a él lo destinaron a la cobertura del candidato opositor. Como su información era muy buena, los dueños le pidieron que “le bajara” y el respondió que sólo informaba como se lo habían asignado, que tenía que ser imparcial. Las presiones llegaron a tal nivel que tuvo que renunciar.

Ortiz Martínez conocía los vínculos entre autoridades, empresarios y narcotraficantes, sabía qué personas recibían dinero de esos grupos. Nunca escribió un reportaje sobre esos temas, sólo se dedicaba a denunciar la venta de drogas al menudeo. Todo esto, dicen los que lo conocen, podría ser la razón de su desaparición.