Gómes teme ahora que quienes mataron a Guida da Silva tomen represalias contra él porque es uno de los testigos claves en el juicio.“Al asesinarlo,me mataron a un hijo ”,señaló Gómes,quien no cree que la justicia será útil.

“Uno de los asesinos de Guida se encuentra bajo amparo de Habeas Corpus y el otro está prófugo.Yo vivo en un departamento equipado con c ámaras de video y extrema seguridad.Me asusta no ser tan valiente como debería serlo ”,apuntó.

¿Por qué mataron a Guida da Silva?

Guida da Silva era valiente,recto,decidido y amante de la ropa blanca.“El color determinaba su personalidad ”,subrayó Gómes mostrando un brillo en el rostro al recordar a su amigo.

Más información

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Devoto bautista,Guida da Silva no bebía ni fumaba.Decidió lanzar su propio periódico cuando trabajó como asistente de oficina en la Asamblea Nacional en Río de Janeiro,donde leía el diario que publicaba Gómes,Grande Río.

Gómes,quien fue elegido miembro del Concejo Municipal de São Gonçalo gracias a su labor periodística,señaló que “Guida estaba impresionado con el trabajo que se podía hacer con un periódico local.No estaba interesado en política,pero quería seguir de cerca el trabajo de los políticos de su ciudad natal ”,agregó quien fungiera como asesor de la víctima.

Guida da Silva publicó la Gazeta de São Fidélis durante cuatro años.El periódico ganó lectores rápidamente y también obtuvo suficientes avisos publicitarios de empresarios locales para estar en circulación dos veces al mes.

Cada año,mejoraba su cobertura periodística.“Era como un investigador privado, no un periodista común ”,comentó el propietario de una emisora de radio de São Fidélis.

Sin tener conocimientos de periodismo,Guida da Silva creaba los artículos con fotografías y análisis.Tenía ese olfato que los editores admiran en los grandes periodistas.

Al escuchar el rumor de que el presidente del Concejo Municipal,David Loureiro, había comprado automóviles nuevos para la ciudad porque había tenido un supuesto accidente grave,Guida da Silva fue al hospital a investigar si el funcionario había sido atendido allí. A su paso,encontró el automóvil involucrado en el accidente y vió que apenas tenía un rasguño. La fotografía que tomó del vehículo la publicó en el periódico.

“Procedía de origen humilde,pero estaba claro sobre la vida y la moral. Esos principios los enfocaba regularmente en los artículos. Yo le recomendaba que no fuera demasiado profundo en sus análisis, a menudo le decía que la ley de la tierra es matar”, indicó Gómes.

La ciudad de São Fidélis,a 180 kilómetros de la capital del estado de Río de Janeiro, es conocida por sus violentas pandillas criminales.Esos “grupos de exterminio ” trabajan con bandas delictivas locales o traficantes de drogas.Juntas realizan vendettas,ejercen la justicia privada y ejecutan a personas que consideran intrusas cuando no se concretan sus negocios de narcotráfico.Muchos de estos grupos cuentan en sus filas con agentes de la policía.

São Fidélis jugó un papel importante casi desde comienzos de siglo debido a su proximidad con importantes ríos.Sin embargo,en los últimos tiempos,se ha convertido en una ciudad polvorienta,casi olvidada por la civilización.Es un centro productor de caña de azúcar,pero nada más,excepto que es conocida por su festival anual de poesía.

Se presume que el escuadrón de la muerte de São Fidélis,llamado Cerol,es responsable de varios asesinatos,entre ellos el de Guida da Silva.

El periodista conocía São Fidélis y sus peligros.Incluso,a los miembros del Cerol.Nacido en la ciudad,vivió all á la mayor parte de su vida,a excepción de los pocos años que trabajó en Río de Janeiro.Su padre era carpintero y su madre ama de casa.

“Guida nunca pensó que podrían ir tras él porque creía que sólo lo hacían con criminales ”,señaló Gómes,en tono molesto.“Sin embargo,antes de morir me envió una lista de aquellos que querían matarlo y porqué ”,añadió.

El crimen

La situación se volvió mortal para Guida da Silva el 4 de mayo de 1995,ocho días antes de que fuera emboscado en una calle oscura cuando conversaba con un amigo que era miembro del Concejo Municipal.Ese día,fue invitado por el presidente del Concejo,Loureiro,para asistir a una sesión,en la que supuestamente le iban a entregar un premio.
“Me llamó y me dijo que el Concejo lo iba a premiar.Yo le respondí:no seas ingenuo, ¿por qué habrían de premiarte si tu sólo les has dado dolores de cabeza?’’, dijo Gómes.

Guida da Silva fue a la reunión con una cámara fotográfica y una grabadora. Hizo varias tomas y grabó todo lo que se dijo en la sesión,incluso los insultos en su contra pronunciados por el propio Loureiro, y los concejales Juárez Carlos Rodrigues Silva y Ricardo de Oliveira Barreto.El concejal Nelson Henríques de Souza propuso una moción de repudio en contra del periodista.

Los ataques fueron en respuesta a los artículos que días antes había escrito Guida da Silva. En uno de ellos acusó a Loureiro de malversar fondos públicos. Otro incluía una


Los titulares de la Gazeta de São Fidélis siempre fueron elocuentes respecto a la corrupción que Aristeu Guida da Silva denunciaba sobre el Concejo Deliberante de la ciudad.

fotografía del concejal Rodrígues Silva, conocido como Janhina,con los pies sobre un escritorio en plena sesión del Concejo.La leyenda de la fotografía describía la forma en que Rodrígues Silva faltaba el respeto a la cámara.

La reunión asustó a Guida da Silva.Después que la abandonó para dirigirse a su casa,fue emboscado y golpeado varias veces en la cara por unos matones que,de acuerdo a denuncias,trabajaban para Rodrígues Silva.Al parecer,el periodista le dijo al concejal que en la próxima edición del periódico publicaría un artículo con detalles de todos sus negocios ilícitos.

Guida da Silva llamó a Gómes,quien le recomendó informar a la policía sobre la golpiza.Sin embargo,en la estación policial nadie registró la agresión,por lo que el periodista recurrió entonces a la corte de justicia.

Al día siguiente,el Concejo Municipal difundió la resolución de repudio,que calificaba la publicación de Guida da Silva como “un medio de comunicación que ejerce el periodismo de manera irresponsable,interesada,desconfiable y principalmente mercenaria ”.

Pero la parte más asombrosa del documento decía:“La naturaleza humana tiene límites en cuanto a tolerar las interferencias externas.Hay ocasiones en que cuando sentimos invadida nuestra privacidad podemos incurrir en actos irracionales,sin importar cuán irritados estemos ”.

El Concejo también presentó la resolución a la policía y a la corte,con la aparente intención de encontrar una forma legal que permitiera dejar fuera de circulación el periódico de Guida da Silva.La resolución enervó a aquellos que estaban indignados con el periodista y temían su próxima edición.

El crimen y el artículo

Guida da Silva fue sorprendido por sus asesinos el 12 de mayo de 1995.Habían pasado sólo ocho días de la reunión del Concejo Municipal.Ese día se encontraba parado en la calle Faria Serra,poco después de las 8 de la noche, conversando con su amigo Josmar Geraldo Assunpçao,uno de los pocos concejales que no aprobó la moción de repudio.

Guida da Silva llevaba su maletín con todas las fotografías,artículos y otras informaciones que pensaba incluir en la próxima edición de la Gazeta de São Fidélis. En su artículo,el periodista señalaba a Rodrígues Silva,su abogado José Estefan y otras personas involucradas en una complicada red dedicada al robo de vehículos. También mencionaba a todos los jefes del escuadrón de la muerte Cerol.

Documentos legales indican que el concejal Rodrígues Silva pagó para que asesinaran al periodista,después que éste le dijera que publicaría en detalles sus actividades ilegales.Mientras Guida da Silva conversaba con Assunpçao,un hombre encapuchado se aproximó por detrás de él y le disparó un balazo en la espalda.

El cuerpo de Guida da Silva cayó al pavimento y Assunpçao huyó rápidamente hacia su casa.Luego llegaron dos hombres enmascarados a bordo de una motocicleta roja. El que viajaba en el asiento posterior remató a Guida da Silva con varios disparos más.El encapuchado que llegó a pie tomó el maletín del periodista y huyó.

Por esos días,los rumores y cuchicheos invadieron São Fidélis.Todos hablaban en voz baja.Los nombres de los presuntos asesinos eran bien conocidos.El comandante de la policía local empezó a entrevistar a todos los miembros del Concejo,quienes describieron a Guida da Silva como un hombre que se ganó muchos enemigos por los artículos que escribía.

Muy pronto,la familia de Guida da Silva escuchó los nombres de los sospechosos : Rodrígues Silva;Carlos Márques de Pinho,policía militar; Isael dos Santos Rosa, conocido como Benzinho y Wladimir Raienieri Pereira Sobrosa.

De acuerdo a varias versiones expresadas a la familia del periodista,y en testimonios asentados en documentos legales,los cuatro individuos planearon un s ádico plan para matar al periodista.

Después del asesinato

Poco después del asesinato,hubo denuncias de que Márques de Pinho y Dos Santos Rosa llegaron en la motocicleta roja a una vivienda cercana al lugar del crimen.Allí,algunos testigos los vieron lavarse las manos con cachasa,ron brasileño a base de caña de azúcar.
Según testimonios rendidos en corte,ese lavado de manos es una característica de los miembros de Cerol. En el velorio de Guida da Silva,Dos Santos Rosas encendió una vela a sus pies,otro símbolo de Cerol, según testimonios.

La familia de Guida da Silva trabajó incansablemente en la búsqueda de testigos. Había pasado un mes del asesinato y no lograba encontrar al comandante de la policía para iniciar las investigaciones.Entonces se descubrió que el comandante Feliciano Silva Guimarães Filho era socio cercano de Rodrígues Silva y de los otros presuntos asesinos.Esta información fue obtenida de documentos legales y de fuentes judiciales entrevistadas en Río de Janeiro.

Según Gómes y algunos archivos legales,el comandante de la policía había recibido obsequios de Cerol,entre ellos un vehículo robado. La investigación no empezó sino hasta el 3 de julio de 1995,cuando Gómes publicó un artículo en su periódico Grande Río. Los testigos empezaron a aparecer.

La investigación


“Muerte y temor en São Fidélis ”señala el diario O Día de Río de Janeiro,haciéndose eco de la repercusión que cobró el asesinato de Aristeu Guida da Silva.

La jueza y la fiscal han investigado el caso exhaustivamente.Su interés es ejemplar, teniendo en cuenta que el juez designado inicialmente para ventilar el caso de Guida da Silva tuvo que ser cambiado,luego que fuera amenazado de muerte por los supuestos asesinos.El caso tiene más de 700 páginas de documentos legales.

La jueza y la fiscal han tenido mucho cuidado en registrar hasta el más mínimo detalle.

La fiscal Ana Cristina Huth Macedo hizo un resumen del caso para el Ministerio Público del estado de Río de Janeiro.“Es sabido que el crimen afecta a un gran número de grupos influyentes,ya que miembros del Concejo Municipal han sido identificados como responsables del pago por el asesinato de Guida,y los miembros de Cerol,señalados como los ejecutores”.

Los tentáculos del Cerol llegaron incluso hasta la sede principal de la policía.El 26 de noviembre de 1996,el fiscal Macedo Viaña escribió a la Fiscalía General del estado de Río de Janeiro y solicitó que las investigaciones sobre el caso Guida da Silva se realizaran en Río porque los jefes policiales de São Fidélis y de la cercana localidad de Campos tenían relaciones comerciales con los sospechosos.

La acusación de la Fiscalía se basó en declaraciones de más de una docena de testigos,entre ellos un recluso,que estaba encarcelado por motivos ajenos al caso de Guida da Silva.

Recopilados en siete volúmenes en la corte de São Fidélis,los documentos detallan un complicado plan de asesinato y,más complejo aún,el intento de impedir que el caso del periodista llegara a los tribunales.

De acuerdo a la información legal,los acusados del asesinato son:Juárez Carlos Rodrígues Silva,Carlos Márques de Pinho,Isael dos Santos Rosa y Wladimir Raienieri Pereira Sobrosa.Los documentos indican que Rodrígues Silva planeó y pagó por el asesinato,y que los otros tres,quienes conocían a Guida da Silva,fueron contratados para ejecutarlo.

La jueza señaló que no podía determinar cuál de los tres le disparó a Guida da Silva.Pero en su sentencia emitida el 30 de junio de 1998,dijo:“Todos colaboraron para perpetrar el crimen al presentarse en una motocicleta en el lugar del hecho. Mientras uno disparaba a la víctima,los otros vigilaban por detrás encubriendo el delito ”.

Sin embargo,en los dos últimos años,muchos testigos que fueron amenazados de muerte se retractaron de sus declaraciones iniciales.“A este paso yo seré el único que testificará .Ahora tengo que entrar a São Fidélis en caravana militar,con chaleco antibalas,porque de lo contrario me disparan ”,dijo Gómes.

Pocos testigos han denunciado ser víctima de acoso o amenazas de muerte,otros simplemente se han retractado o desaparecido.Luciano de Azevedo Rodrígues, casado con una sobrina de Guida da Silva,dijo que fue seguido por un hombre armado en una motocicleta y que varios desconocidos estuvieron detrás de los movimientos de sus amigos.

Azevedo Rodrígues expresó al tribunal que teme por su vida y la de su familia. Otro testigo,Delcio Mello Mouta,amigo de Guida da Silva que declaró sobre las amenazas de muerte al periodista,fue más débil de corazón.Al testificar por segunda vez,Mouta manifestó a la corte que cuando hizo su primera declaración se encontraba en terapia,luego de sufrir una lesión en la cabeza,que lo dejó con problemas de delirio y lo llevó a decir falsedades.

Lo cierto de todo es que São Fidélis podrá calificarse como una ciudad sin ley. La familia de Guida da Silva también está asustada.Su hermana Angela de Fátima Guida da Silva se negó a hablar cuando fue visitada por la SIP.“Solo hablo con mi abogado presente ”,dijo en tono suave.Vive con sus padres en una modesta vivienda de São Fidélis.Su padre ignoró a los visitantes y se retiró hacia el patio de la casa. La esposa del periodista está menos interesada en seguir con el caso.Ahora trabaja para el Concejo Municipal.

Días después de la visita a la familia,la hermana se mostró más locuaz.“Nosotros actuamos con mucho cuidado porque todos en la ciudad saben quién lo mató y quién lo mandó matar ”,dijo.No obstante,su abogado Gerardo Machado rehusó colaborar con la SIP. “¿Por qué tendría que confiar en ustedes?”, respondió cuando se le dijo que la misión de la SIP esperaba tener éxito en la investigación.Machado recomendó a la familia de Guida da Silva no hablar ni colaborar con la misión.

La situación se volvió más tensa en São Fidélis en mayo de 1997,cuando Rodrígues Silva fue liberado de prisión por una decisión de Habeas Corpus.Sus abogados convencieron al juez que no era una amenaza para los testigos.La población consideró la liberación como una victoria de Rodrígues Silva y sus amigos.El concejal se postuló para la reelección y ganó.Algunos afirman que lo logró porque compró votos,una práctica muy común en esa región.

“Ustedes tienen que entender a esta ciudad.Ellos son los mafiosos y controlan todo,por eso la gente vive atemorizada.Saben comprar y asustar a todos”, comentó Gómes.

El miedo aumentó cuando Márques de Pinho se fugó de la c árcel.De Pinho es uno de los asesinos de Guida da Silva y ex cabo de la policía militar en la ciudad de Campos,São Fidélis y zonas aledañas.El asesino escapó de su celda en la sede del Batallón 8,donde estaba preso también por el asesinato de un empresario local.

En la oscura sede del Batallón 8 hay pegado un cartel en la pared con la fotografía de De Pinho,que indica que es requerido por las autoridades.“Fue negligencia de alguien ”,dijo el teniente general Tavares,jefe del Batallón.Doce policías están bajo investigación por la fuga de De Pinho.

La familia del periodista llamó a Gómes tan pronto se enteró de la fuga.“Por supuesto que estoy asustado.Ese es uno de los asesinos ”,dijo Gómes.La sede policial de São Fidélis es un edificio polvoriento de paredes grises y sucias.El jefe policial Antari Quirós,un hombre de tez oscura y cabello entrecano,estaba molesto por la llegada de un nuevo preso:Vladimir Raienieri Pereira Sobrosa.

“El no es mi prisionero.Por qué debería de ternelo en mi c árcel ”,respondió por teléfono a un agente de Río de Janeiro.Pereira Sobrosa se las ingenió para ser trasladado a la prisión de São Fidélis,pese a que un juez pidió mantenerlo en Río.

“Fui enviado aquí por un jefe policial amigo de la c árcel donde estuve preso recientemente ”,dijo Pereira Sobreosa en una entrevista.“Tuvo piedad de mí porque soy inocente.Fui involucrado en este lío por la declaración de un recluso.Nadie más ha dicho que yo participé en el crimen ”,dijo.

Pereira Sobrosa se describió como un hombre trabajador “que no debió ser encarcelado ”.Aseguró que no conoció a Guida da Silva o a alguien relacionado con su asesinato. También se quejó de las prisiones donde estuvo recluido.“Son inhumanas ”,dijo indicando el lugar por donde se escuchaban los gritos de un recluso. “Fui enviado a esta prisión de alta seguridad.Un hombre vino y trató de sacarme de mi cama.Yo me desperté y le dije que primero tendría que matarme ”,contó el reo al describir la situación de la prisión donde estuvo confinado anteriormente.

¿Habrá justicia para Guida da Silva?,se le preguntó a Gómes.“No lo sé ”,respondió. “El juicio no debería hacerse en São Fidélis sino en Río de Janeiro.Dondequiera que sea,los asesinos tendrán su propia manera de matar a más gente o comprar a todos ”,concluyó Gómes.

Hasta mayo de 1999,el proceso por el asesinato de Guida da Silva,aguardaba el enjuiciamiento -aún sin fecha establecida -de los tres acusados.

La jueza fue transferida a otra área de Justicia de São Fidélis.Asimismo,estaba previsto que el juicio fuera presidido por el juez Pedro Henrique Alves,quien asumió el Tribunal Penal de São Fidélis el día 5 de febrero de 1999.

El juicio debía llevarse a cabo ante un Tribunal por Jurado,integrado por siete personas de la comunidad local y no mediante análisis y sentencia sancionada por el juez de Derecho.

La cantidad de recursos legales a disposición de los reos durante la tramitación de los procesos,que permite aplazar las decisiones,sumada a la transferencia de jueces y abogados,ha contribuido a la demora en el esclarecimiento de los crímenes en Brasil,y en gran parte,a su impunidad.

De los cuatro denunciados por el Ministerio Público Estatal,sólo Pereira Sobrosa está preso.El ex-policía militar Marqués de Pinho y Dos Santos Rosa están prófugos. El cuarto reo,el concejal Rodrígues Silva fue asesinado el 16 de agosto de 1998. El concejal fue muerto de cuatro balazos -dos en la espalda y dos en el rostro - cuando llegaba a la casa de una amiga,en el centro de São Fidélis.Preso en abril de 1997,por la acusación de haber ordenado el asesinato del periodista,Rodrígues Silva cumplió apenas un mes y medio de prisión porque la Justicia le permitió responder al proceso en libertad.

El expolicía Marqués de Pinho se fugó de la prisión del Batallón 8 de Policía Militar,cuartel de la propia Policía Militar del Estado de Río de Janeiro,en la ciudad vecina de Campos.El 18 de agosto de 1997.Isael dos Santos Rosa,fue puesto en libertad al ser absuelto de otro crimen.Cuando se produjo la denuncia en la cual se informaba que sería procesado también por la muerte de Guida da Silva,ya había desaparecido y no fue hallado.Por ser el único reo preso,Pereira Sobrosa deberá ser juzgado,mediante el desmembramiento del proceso.

Lo que se comprueba en este caso,como en otros similares,ocurridos en regiones marcadas por la violencia,es que ni la Policía,ni el sistema carcelario ni la Justicia han actuado con la debida diligencia para mantener a los reos presos,después de la decisión judicial,durante el proceso.La lentitud de los procesos contribuye a que los sospechosos queden libres o se fuguen al igual que los reos que aguardan juicio en libertad.