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Orlando Sierra Hernández
30 de enero de 2002

Caso: Orlando Sierra Hernández



Crimen de Orlando Sierra: Parte de la verdad estaría en la tumba:

2 de febrero de 2005
La Patria, Manizales, Colombia

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Hoy se cumplen tres años de la muerte del subdirector de La Patria,Orlando Sierra Hernández, y fuera de que el proceso penal ha sido lento, hay una cadena de hechos criminales tan turbia como la identidad de la persona que pagó para que lo asesinaran y hoy sigue desde la impunidad burlando el sistema judicial colombiano.

En lo corrido del caso, nueve personas que aparentemente tendrían algo que aportar a la investigación han sido asesinadas y hasta la fecha nada se sabe de los responsables de esta serie de crímenes.

Todos tenían algo en común: serían testigos clave para llegar al autor intelectual de este crimen. Cuatro de ellos compartían algo más: ya habían insinuado algunos detalles del asesinato a la Fiscalía.

La serie de muertes selectivas, según algunas declaraciones consignadas en la investigación, al parecer comenzó hace tres años, el 31 de enero del 2002, un día después del atentado contra el subdirector de La Patria. Ese día, dos sicarios mataron al director de la Cárcel de Manizales, José Aristides Orozco Londoño, en inmediaciones del centro penitenciario.

La relación de esta muerte con el crimen de Sierra Hernández estaría sustentada en la declaración de un testigo, también asesinado, que afirmó en su relato a la Fiscalía que Orozco Londoño fue quien contactó a los sicarios para cometer el asesinato.

Se dice que cuando los criminales, que planearon el ataque contra el comunicador, conocieron que la Policía había capturado al asesino, decidieron matar al Director de la cárcel para evitar que los delatara.

De acuerdo con las autoridades, la declaración que puso en tela de juicio al Director de la cárcel perdió peso cuando el supuesto testigo se contradijo y pidió dinero a cambio de suministrar más información.

Pese a este episodio, al igual que el homicidio de Sierra Hernández, el de Orozco Londoño es otro crimen sin claridad y la posible relación de estas dos muertes no han sido comprobadas por la justicia.

Cuatro sicarios muertos

La lista de personas asesinadas sigue con la matanza de cuatro personas, reconocidas como supuestos sicarios de la Galería, que supuestamente fueron secuestrados y asesinados por miembros del frente Cacique Pipintá de las AUC.

La muerte violenta de estas personas ocurrió el 16 de febrero. A dos de las víctimas las encontraron en el sector de Nuevo Horizonte, en Chinchiná, y a los otros dos, en el sector de La Bocatoma, entre Manizales y La Violeta. A cada uno de los cuerpos se le halló un letrero que decía “Auc presentes. Muerte a Sicarios, secuestradores y expendedores de droga”.

Las víctimas fueron identificadas como Gilver Mejía Delgado, alias “Gilver; Giovanny López Castro, alias Giovanny; Carlos Iván Montoya Hidalgo, alias Perill y Ferley Alberto Villa Bedoya, alias El Tuso, fueron hallados en zona rural del municipio de Chinchiná.

De acuerdo con las versiones, estas cuatro personas trabajaban con Luis Miguel Tabares Hernández, alias Tilín, supuesto jefe de sicarios del sector de la Plaza de mercado. Según la investigación, los cuatro habrían participado en todo el plan para matar a Sierra Hernández.

Días después de este hecho, el grupo armado ilegal envió un comunicado en el que manifestó que las personas asesinadas pertenecían a una banda de delincuentes que segaban la vida de personas inocentes como el subdirector de La Patria y el Director de la cárcel.

Entre las hipótesis que giran alrededor de estas muertes, se teje además, la de un pacto entre Tilín y las AUC, para eliminar a estas personas y así compartir el poder en la Galería. Sin embargo, hay incluso personas que agregan que detrás de este pacto, supuestamente estaba el interés de Tabares Hernández por elimina! r a todos los que sabían sobre la muerte de Orlando Sierra.

La copera y el extorsionista

A esta serie de homicidios selectivos se suman el de una copera, un extorsionista y un delincuente, al que habían vinculado al proceso por el homicidio de Sierra Hernández.
Esta seguidilla la encabezó la empleada de uno de los bares de Tilín, quien declaró contra su jefe afirmando que había visto cuando él le entregó el arma a Luis Fernando Soto Zapata, sicario que disparó contra Orlando Sierra.

Según la mujer, esta acción se dio en la carnicería de ‘Pereque’, ubicada en la Plaza de Mercado de Manizales y, además, según su versión, el crimen había sido contratado por alias ‘El Picao’, quien había pedido que “la vuelta se hiciera rápido, antes de las elecciones, porque el periodista tenía evidencias contra él”, declaración que reposa en el expediente del caso.

Seguida a esta muerte, se conoció la de un hombre al que asesinaron el 13 de junio del 2002, en una vivienda ubicada en la carrera 17 con calle 20, en la Galería! de Manizales, luego de la incursión de varios sujetos a su vivienda. Contra esta persona, las autoridades habían expedido orden de captura para investigar su participación en el crimen del subdirector de La Patria.

El grupo de personas asesinadas lo complementa un extorsionista, al que mataron a finales de julio de 2002, en el municipio de Neira. La víctima fue identificada como John Jairo Giraldo Carvajal, quien declaró a la Fiscalía conocer detalles del homicidio del periodista.

Giraldo Carvajal habló con el ente acusador mientras estaba recluido en la cárcel de Cartago, purgando una condena por extorsión. La Fiscalía llegó a él, luego de escuchar que en dicho penal había alguien que sabía sobre el crimen de Sierra Hernández.
Luego de varias visitas de los detectives, esta persona contó que una empleada de Tilín, que conocía todo el grupo de sicarios de la Galería, le había relatado detalles sobre la planeación y ejecución del crimen.

Meses después d! e que este supuesto testigo de oídas declaró contra las personas que estarían relacionadas con el homicidio, salió de la cárcel y regresó a Neira, donde vivía antes de ir a prisión.

Giraldo Carvajal llevaba poco tiempo en libertad. Un día un grupo de personas llegó a su casa y luego de identificarse como supuestas autoridades, lo hicieron salir y lo asesinaron al frente de su residencia.

El testigo clave

Finalmente, la lista de estos nueve homicidios la completa Marco Aurelio Candelo, un testigo que declaró ante la Fiscalía que la muerte de Orlando Sierra la ordenó el director de la Cárcel de Varones, José Aristides Orozco Londoño, y declaró que escuchó que el crimen fue pagado por el político Ferney Tapasco.

Candelo, quien se desempeñaba como escolta de una empresa de chance, fue uno de los que declaró de forma detallada todo lo referente al homicidio del comunicador, historia que escuchó en uno de los supuestos bares de Tilín.

Luego de ofrecer detalles y de mencionar con nombres y apodos a los que supuestamente vio planeando el crimen del periodista, se ratificó en su versión bajo juramento. Sin embargo, en una segunda declaración se contradijo y, al parecer, pidió dinero para seguir ofreciendo información.
A Marco Aurelio Candelo lo mataron el 15 de septiembre de 2002 dentro de una buseta, cuando un sicario le disparó a quemarropa.

Así las cosas, cumplidos tres años de la muerte de Orlando Sierra, de todos los testigos ubicados por la Fiscalía para tratar de aclarar el caso, tan sólo hay dos personas vivas y una de ellas ya se retractó. Las demás, que hubiesen sido declarantes clave para hallar el autor intelectual fueron acalladas y llevándose consigo lo mucho a poco que sabían a la tumba.

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