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Alfredo Jiménez Mota
2 de abril de 2005

Caso: Alfredo Jiménez Mota



La conexión política de “El Mochomo”:

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Acusado en varias ocasiones, extraoficialmente desde el Gobierno de mantener ligas con funcionarios del Estado de Sonora, y de la Presidencia de la República en tiempos de Vicente Fox, Arturo Beltrán Leyva fue capturado en Sinaloa, trabajaba para “El Chapo” y “El Mayo” en Sonora, hoy podrá develar muchos pendientes, entre ellos la desaparición del reportero Alfredo Jiménez Mota.

Investigaciones ZETA
La detención de Alfredo Beltrán Leyva “El Mochomo”, podría cimbrar la estructura del Gobierno del Estado de Sonora, y develar más de un caso pendiente de investigación relacionado con el crimen organizado.

Durante años, informes atribuidos a la Secretaría de Gobernación revelaron los probables nexos entre los Beltrán Leyva, integrantes del cártel de Sinaloa, y allegados de ese gobierno, específicamente Ricardo Bours Castelo, hermano del Gobernador Eduardo Bours Castelo.

La red del narcotráfico de los hermanos Beltrán Leyva, Alfredo, Alberto y Carlos, se instituyó bajo la tutela del cártel de Sinaloa comandado hoy por Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera e Ismael “El Mayo” Zambada.

La participación de los hermanos en Sonora, quedó asentada en documentos oficiales con el señalamiento de una red de protección para los presuntos narcotraficantes, formada con las autoridades policíacas del municipio de Cajeme, Sonora.

En la edición 1664, del 17 de febrero de 2006, ZETA reveló que los hermanos Beltrán Leyva, también conocidos como los “Tres Caballeros”, han operado bajo la protección de las “autoridades de los tres niveles de gobierno” en la citada entidad.

“Destacan los funcionarios incluidos en la administración estatal que inició el 13 de septiembre de 2003, que en el pasado fueron asociados con el crimen organizado, como Roberto Tapia Chan, (ex) director de la Policía Judicial del Estado (PJE) y Abel Murrieta Gutiérrez, (ex) Subprocurador de Averiguaciones Previas de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE)” y quien actualmente se desempeña como procurador del Estado.

Estos personajes que en el pasado coexistieron en la PGJE, “en diferentes tiempos fueron los responsables de la seguridad pública de Ciudad Obregón, Cajeme, Sonora, Ayuntamiento donde se reagruparon en el año 2000 siendo presidente municipal Ricardo Robinson Bours Castelo, hermano del hoy gobernador.

Hasta el 2004 los hermanos Beltrán Leyva no eran muy conocidos en la opinión pública. Fue en el mes de enero de 2005 que sus nombres comenzaron a salir a través del trabajo periodístico de Alfredo Jiménez Mota, desaparecido reportero de “El Imparcial” de Sonora.

En su momento, el joven periodista hizo público parte de un informe atribuido a la SEGOB en donde desmenuzaba el “modus operandi” de los hermanos Beltrán Leyva en la entidad y las complicidades tejidas con autoridades estatales, municipales y federales.

Un mes más tarde, los nombres de Arturo y Alfredo Beltrán Leyva se dieron a conocer de nueva cuenta cuando la PGR arraigó a Nahúm Acosta Lugo, quien fungía como Coordinador de Giras de la Presidencia de la República en el sexenio de Vicente Fox Quesada.

Otra vez, la mezcla narcotráfico-política

Acosta Lugo fue recomendado para ocupar el puesto de la Coordinación de Giras por el propio Manuel Espino Barrientos, ex presidente del Partido Acción Nacional (PAN), quien se dijo sorprendido por la detención de su “amigo” y correligionario.

En su momento el entonces Procurador General de la República, el General Rafael Macedo de la Concha, reconoció que la dependencia a su cargo contaba con testimonios de personas que entregaron recursos de los hermanos Beltrán a Nahúm Acosta Lugo, con el fin de que el funcionario les entregara información confidencial del Gobierno Mexicano.

Días más tarde se dieron a conocer varias llamadas telefónicas entre Acosta Lugo y miembros de la delincuencia organizada en Sonora, quienes a su vez se encontraban vinculados directamente con los hermanos Beltrán Leyva.

En una de estas llamadas, incluso, el ex Coordinador de Giras de la Presidencia, quien finalmente fue liberado por la PGR luego de 90 días de arraigo, se puso de acuerdo con su interlocutor para la entrega de un dinero y para la renta de un departamento en la ciudad de México.

Apenas el martes 22 de enero, a menos de 24 horas de la captura en Culiacán, Sinaloa, de Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo” o “Arturo”, agentes federales detuvieron en el sur de la Ciudad de México a 11 integrantes de las llamadas Fuerzas Especiales de Arturo (FEDA), grupo de sicarios que operaban bajo el mando de los Beltrán Leyva.

En otra de las llamadas que sostuvo Acosta Lugo con Marcos Paredes, hermano del narcotraficante Leo Paredes, ejecutado a tiros con su familia en abril de 2004 en un restaurante de Agua Prieta, el ex funcionario le aseguró que iba a calmar a un periodista de Sonora (Jiménez Mota), quien estaba investigando las actividades de la familia del narcotraficante asesinado, según los reportes oficiales.

Las llamadas entre Acosta Lugo y supuestos miembros de la delincuencia organizada en Sonora, fueron de las últimas revelaciones que realizó el periodista, a quien le faltó tiempo para develar los nombres de los funcionarios presuntamente involucrados con los Beltrán Leyva, operadores en Sonora de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo Guzmán” y que se daban a conocer en el informe de 48 cuartillas atribuido a la Secretaría de Gobernación.

Tras la desaparición del reportero el 2 de abril de 2005, ZETA tuvo acceso (en febrero de 2006) a los informes (dos) que sustentaban el trabajo de Jiménez Mota y de los cuales el entonces Subprocurador de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada de la PGR, José Luis Santiago Vasconcelos (actual Subprocurador Jurídico de la dependencia); la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y “El Imparcial” guardaron copia sin que hasta el momento hayan dado a conocer los avances de sus respectivas investigaciones.

El 22 de enero de 2007, la revista Proceso publicó una entrevista con un ex policía de Sonora, Jesús Francisco Ayala Valenzuela, quien acusó a Ricardo Bours Castelo, así como a varios funcionarios y ex funcionarios estatales, entre ellos Abel Murrieta, actual Procurador de Justicia, de brindar protección a bandas del narcotráfico vinculadas con los hermanos Beltrán Leyva.

No sólo eso. El ex policía, quien se presentó como testigo protegido de la PGR, aseguró que estos personajes y funcionarios ordenaron la desaparición de Jiménez Mota, ya que el reportero estaba por recibir una grabación entre Roberto Tapia Chan y el finado narcotraficante Raúl Enríquez Parra, en donde salía a relucir el nombre del hermano del mandatario estatal.

“El hermano del gobernador Bours no aparece abiertamente, pero es quien protege a este grupo que tiene la hegemonía en la Procuraduría y en las policías locales de Sonora, para brindar la protección a las mafias que operan en el estado”, reveló el testigo.

Tras la publicación el Gobernador Eduardo Bours Castelo respondió: “Por supuesto, existe malestar en el manejo de una nota con una enorme carga de dolo, no es posible que a una persona que tiene dos meses como testigo protegido, de quien no se ha sabido ninguna investigación, después de dos meses de tenerlo como testigo protegido, saque una declaración, se le dé la importancia y se señalen culpables”.
Los expedientes
En los expedientes, fechados el 5 de diciembre de 2003 y el 26 de agosto de 2004 y titulados: “Los Tres Caballeros. Narcotráfico”, la SEGOB detalla los pasos que han seguido los hermanos Beltrán Leyva en Sonora.

Textualmente los documentos revelan: “En el Estado (Sonora) las organizaciones de Ismael Zambada García (a) El Mayo Zambada, Joaquín Guzmán Loera (a) El Chapo Guzmán, Vicente Carrillo Fuentes y la de los hermanos Caro Quintero lograron pactar una alianza que les ha permitido el control de la plaza que representa el corredor Sonora-Arizona”.

“La estructura criminal del llamado “súper cártel”, está conformada por los hermanos Alfredo, Amberto y Carlos Beltrán Leyva (a) Los Tres Caballeros; la familia Salazar Ramírez, encabezada por Adán Salazar Zamorano; el colombiano Juan Diego Espinoza Ramírez (a) El Tigre y su esposa Sandra Ávila Beltrán (a) La Reyna del Pacífico, Jesús Enrique Salazar Villa y Salomón Benítez (a) “El Licenciado”, entre los más importantes.

“Se dice que los hermanos Beltrán Leyva irrumpieron en la actividad del narcotráfico con Amado Carrillo Fuentes (a) El Señor de los Cielos, pero que a la muerte de éste se alinearon con Joaquín El Chapo Guzmán y Héctor Palma Salazar (a) El Güero Palma, volviéndose a unir a El Chapo tras su fuga en enero de 2001.

“Los Tres Caballeros presuntamente se posicionaron del sur del estado tras la muerte de Rodolfo García Gaxiola (a) El Chipilón en mayo de 1998, quien como jefe de la entonces PJF en Sonora brindó protección a la organización de los hermanos Arellano Félix; manteniendo como sede Ciudad Obregón, municipio de Cajeme, Son., desde donde supuestamente operan la recepción aérea de cocaína”.

“Cabe señalar que Ciudad Obregón fue conocida como El Culiacancito, al haber sido refugio de narcotraficantes famosos, entre ellos Rafael Caro Quintero y Miguel Ángel Félix Gallardo.
“En forma paralela, trascendió que los hermanos Beltrán Leyva fortalecieron sus operaciones en la siembra de marihuana en el llamado Cuadrilátero del Diablo que conforman la región de la alta Sierra Madre y que cubre parte de los estados de Chihuahua, Durango, Sinaloa y Sonora”.

“La droga presumiblemente es trasegada por la región de la sierra de Álamos, Son., con destino a la frontera norte del estado, principalmente Agua Prieta y Nogales, manteniendo para ello una numerosa red de burreros y narcotraficantes menores a lo largo del territorio sonorense.

“Los hermanos Alfredo, Amberto y Carlos Beltrán Leyva utilizan los seudónimos Arturo, Marco Arturo y Arturo de Culiacán, bajo los cuales son buscados por la DEA por la introducción de droga a Estados Unidos a través de aviones Velocity; de igual forma por la PGR como parte de la Operación Marquís.

“Cabe destacar que información periodística menciona que Marco Arturo Beltrán Leyva logró escapar de policías federales que lo esperaban en el aeropuerto de Monterrey, NL., por su relación con la familia Mendívil Gastélum y Octavio Mendoza, acusados de lavado de dinero.

“En informativos locales dan cuenta de que hay conjuntos norteños como Carlos y José, Sergio Vega, El Coyote y su Banda y Los Nuevos Cadetes de Linares que les cantan corridos a los hermanos Beltrán Leyva, que se han hecho famosos en la radio; incluso, algunos se aventuran a decir que los mismos amenizan grandes fiestas, donde participan como invitados especiales comandantes y agentes de la PGR”.

Hasta ahí la información extraída del documento atribuido a Gobernación.
Modus operandi
Sobre la forma de actuar de los Beltrán Leyva, explicaron en el documento:
“En Ciudad Obregón, Cajeme, Son., se confirmó la presencia ocasional y por separado de los hermanos Beltrán Leyva. Durante sus visitas se albergan en diversas propiedades a nombre de terceras personas, entre ellas la ubicada en la avenida California, entre las calles Ignacio Allende y Miguel Hidalgo de la colonia Santa Anita, cuya propiedad y registro de diversos servicios públicos aparece a nombre de Silvia Flores, con quien Amberto Beltrán Leyva mantiene una relación extramarital”.

“Durante la estadía de alguno de los hermanos Beltrán Leyva, su protección recae en Carlos Sánchez Rojas, ex comandante de la Policía Municipal de Cajeme, como gente del primer círculo del Director General de la PJE, Roberto Tapia Chán. La confianza depositada en Sánchez Rojas, lo ubica como el enlace de los narcotraficantes y las nuevas autoridades estatales.

“Los cargamentos de cocaína y marihuana que trasiegan los hermanos Beltrán Leyva, son escoltados por dos unidades vehiculares de la PJE durante su trayecto a la frontera norte por los caminos de terracería y brechas de la entidad, sirviendo la primera como avanzada para detectar a tiempo la operación de retenes y puestos de revisión carreteros que instalan la AFI y el Ejército Mexicano a lo largo del territorio sonorense, con el objeto de avisar a tiempo a la segunda patrulla para que desvíen su trayectoria”.

“Entre las personas cercanas a los Beltrán Leyva se identificó a Jairo Manuel Madrid Salazar, dueño de un campo agrícola con pista de aterrizaje ubicado en la comisaría de Pueblo Yaqui, Cajeme, el cual registra una intensa actividad de aterrizaje y despegue de avionetas entre las 00:00 y 04:00 horas entre semana. El citado campo mantiene la razón social de su anterior propietario “Fumigaciones Guzmán”.

“Otras de las propiedades que se dice son de los hermanos Beltrán Leyva, pero que no aparecen como tal, son la residencia ubicada en la calle Durazno de la colonia Chapultepec en Ciudad Obregón, Cajeme; así como un rancho llamado “La Palma” en la misma municipalidad, en el cual se presume cuenta con pista de aterrizaje para el descenso de las avionetas cargadas de droga”.

A Puente Grande, Beltrán Leyva

La Procuraduría General de la República (PGR) informó que Alfredo Beltrán Leyva, “El Mochomo”, fue consignado a un Juez Federal e internado al penal de Puente Grande, Jalisco, por los delitos de delincuencia organizada, acopio de armas y posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército.

En un comunicado, la dependencia señaló que junto a Beltrán Leyva, también conocido como “Arturo”, fueron consignados: Javier Hugo Urquiza Inzunza, Flavio Manuel Castro Léon y José Uistesingo Barraza, quienes formaban parte de su “equipo de seguridad”.

“El Mochomo” y sus escoltas fueron detenidos el lunes 21 de enero en Culiacán Sinaloa, por elementos de las Fuerzas Federales y del Ejército Mexicano con destacamento en la Novena Zona Militar.

Durante la detención de estos sujetos, se les “aseguraron un fusil AK-47, 8 armas cortas, dos maletas conteniendo aproximadamente novecientos mil dólares, así como una camioneta BMW modelo X3 y un estuche con 11 relojes finos”.

Tras la detención del presunto narcotraficante, las autoridades federales aseguraron, en tres domicilios ubicados en el sur de la ciudad de México, a 11 supuestos integrantes de la organización de Beltran Leyva.

A estos sujetos se les aseguró: 20 armas de grueso calibre, 10 armas cortas, 12 lanzagranadas, 20 granadas de fragmentación, 10 granadas aturdidoras, 40 chalecos antibalas y 8 chalecos más con las siglas "FEDA", que significan "Fuerzas Especiales de Arturo".

De esta forma, el Gobierno del Presidente Felipe Calderón asesta el primer golpe relevante al cártel de Sinaloa. “El Chapo” y “El Mayo”, perdieron parte de su conexión en Sonora, territorio vecino de Baja California.
Ex Fiscal Antidrogas en la mira de los Beltrán
Por órdenes de los hermanos Beltrán Leyva, un grupo de pistoleros planeaba asesinar a José Luis Santiago Vasconcelos, ex Subprocurador de Delincuencia Organizada de la PGR y actual Subprocurador Jurídico de esta misma dependencia.
Según la información oficial, un grupo de sicarios, detenidos el 18 de diciembre en la delegación Xochimilco, en la ciudad de México, y quienes portaban chalecos con la leyenda “FEDA” (Fuerzas Especiales de Arturo), Beltrán Leyva planeaba la ejecución del funcionario.

Lo anterior fue confirmado por el propio Subprocurador de la PGR quien en una entrevista radiofónica señaló que este tipo de situaciones son parte “de los riesgos que tenemos todos quienes estamos comprometidos en el área tanto de Seguridad Pública como de Procuración de Justicia, en este combate a la delincuencia organizada”.

El ex Fiscal Antidrogas, dijo que antes de la detención de este grupo, dichos sujetos pretendían interceptar a su escolta y el vehículo en que viajaba para después ejecutarlo.
“Sí, estaban próximos, y hasta donde tengo noticias, estaban próximos y, bueno, era parte de una estrategia de estos sujetos para interceptar a mi escolta y el vehículo donde yo me conducía para llegar a mi domicilio, precisamente, estaban muy próximos a él”.

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