¿Es posible declarar el asesinato de un periodista, un crimen de lesa humanidad? La pregunta adquiere mayor importancia y abre un debate necesario, en momentos en que la Fiscalía colombiana decidió calificar el asesinato del caudillo liberal Luis Carlos Galán, como un crimen de lesa humanidad, para evitar que prescribiera, al cumplirse 20 años de su muerte, y encontrarse todavía impune.
Algunos analistas han dicho que con la decisión, la Fiscalía ha manipulado el orden jurídico, y no puede éste ser un crimen de lesa humanidad porque a la luz del derecho internacional, los crímenes de lesa humanidad son aquellos que se cometen “como parte de un ataque generalizado o sistemático contra una población civil”, y lo de Galán fue homicidio político y no un genocidio.

Si la tesis es correcta o no, se verá en los próximos días. Por ahora, las decisiones tomadas por la Fiscalía, que incluyen después de 20 años, la detención del ex director del Departamento Nacional de Seguridad, DAS, general en retiro Miguel Maza Márquez, como coautor intelectual del homicidio, plantean varias preguntas sobre la suerte que pueden correr más de 50 procesos judiciales de periodistas asesinados en Colombia, cuyos crímenes se encuentran en la impunidad.

El pasado 13 de agosto, se conmemoraron 10 años del homicidio del periodista Jaime Garzón. Otro crimen impune. En otros 10 años, prescribe. Qué se requiere para que los crímenes contra periodistas en Colombia no prescriban. Son suficientes 20 años para investigar y castigar a los responsables. Deberían serlo. Pero en la práctica, no lo han sido. Por lo pronto, la teoría de que lo que no se investiga a los pocos días de ocurrido un hecho, es imposible investigarlo después, no resulta válida a la luz de las pruebas recaudadas 20 años después, en el homicidio de Luis Carlos Galán.

Ya la familia de Guillermo Cano, director del El Espectador, asesinado el 17 de diciembre de 1986, ha dicho que pedirá a la Fiscalía que se declare este crimen de lesa humanidad, como un defensor continuo de los principios humanos y de la libertad de expresión.

Para lograr que se garantice en éste y muchos otros casos la investigación y el juzgamiento ¿se debe establecer la prescripción? ¿Podrían ser considerados crímenes de lesa humanidad? ¿Hubo por lo menos en los años 80 y 90 la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, entendido como el grupo de periodistas?

Las cifras así lo indican. Casi una decena de periodistas asesinados por año en Colombia en esas décadas. El debate está abierto.