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México
28 de dezembro de 2009
Acusan reporteros negligencia en el asesinato de periodista mexicano
María Idalia Gómez, URR-México

José Alberto Velázquez, director fundador del periódico Expresiones de Tulum y colaborador de Canal 30 de esa ciudad, murió el 22 de diciembre a consecuencia de un impacto de bala que recibió y al no obtener atención médica adecuada durante más de dos horas.

El periodista de 42 años de edad, todavía consciente responsabilizó del ataque a personas que trabajan con el presidente municipal de Tulum, Marciano Dzul Caamal, del que el diario Expresiones ha mostrado su poder político y económico que mantiene en la zona como “un cacique”, explicó Eugenio Morelos, director general del periódico.

El miércoles 23 de diciembre fueron detenidas dos personas que tenían una motocicleta y portaban guantes, como alcanzó a denunciarlo el propio Velázquez. Sin embargo, los dos hombres fueron liberados del crimen, porque la prueba de rodizonato de sodio salió negativa, aunque permanecen en las oficinas de la procuraduría por otros delitos como robo.

La ciudad de Tulum cuenta con 25 mil habitantes y se ubica al sur del territorio mexicano, en la zona del Caribe.

El periodista

Desde hace más de 20 años José Alberto Velázquez era periodista. Primero en la ciudad de Cancún, después en Playa del Carmen y hace 10 meses en Tulum, todas ciudades ubicadas en el estado de Quintana Roo.

De acuerdo a testimonios de reporteros de la región, recolectados por la URR, el periodista “siempre había fundado periódicos pequeños pero de denuncia”, relató Emilio, periodista en Cancún.

A principios de este año decidió fundar el periódico Expresiones de Tulum, que inició su circulación en abril de este año, siendo una publicación pequeña, que aparece de lunes a viernes y con una plantilla de 15 empelados aproximadamente.

Velázquez, quien también era abogado y dedicaba parte de su tiempo a litigar algunos casos, invitó a otras personas a convertirse en socios del periódico y fue como se convirtió en director fundador de Expresiones de Tulum y en el encargado de supervisar el armado de las páginas del diario. Desde hace varios meses, sostiene Eugenio Morelos, ya no escribía columnas ni artículos como antes lo hacía con el seudónimo de “El Cua-cua”.

Desde su nacimiento, el periódico Expresiones se consideró una publicación seria, de acuerdo con reporteros de la zona. Prácticamente desde sus inicios, explicó el ahora director general, el periódico se dedicó a mostrar el poder del recién elegido alcalde de Tulum, Marciano Dzul Caamal, quien es dueño de importantes extensiones de tierra, de escuelas, de clínicas, de taxis, es socio de un periódico y hasta es presidente del Comisariado ejidal.

Las publicaciones no agradaron al presidente municipal. Lo que provocaron que se acentuara la confrontación que ya sostenía Velázquez con el funcionario.
Hace unos tres o cuatro meses, recordó Eugenio Morelos, el periodista recibió una advertencia que decía: “le vamos a romper su madre”; sin embargo, Velázquez no le dio mucha importancia.

Los hechos

El pasado martes 22 de diciembre, Velázquez estaba en una actividad social del periódico y una persona lo buscó y se lo llevó del festejo antes de las 17:30 horas. Minutos más tarde, de acuerdo con el periódico Por Esto!, el periodista “conducía de de poniente a oriente en el Bulevar Kukulkán de la ciudad de Tulum, su vehículo, marca Chevrolet, tipo Corsa, color rojo, con placas de circulación UVR-81-67 de Quintana Roo, y al llegar al cruzamiento con la calle Luna, se le emparejó una motocicleta con dos sujetos a bordo, el que viajaba como pasajero le disparo a quemarropa a la altura de la tetilla izquierda con una arma calibre 380”.

Morelos comentó que el automóvil en el que viajaba Velázquez transitaba despacio porque en esa avenida existen muchos baches, por lo que la motocicleta se le pudo emparejar y fue posible que le dispararan a 10 centímetros del pecho.

“El asesino metió la mano al vehículo por la ventanilla y le disparó, por eso quedó el casquillo dentro del auto”, detalló Morelos.

Los tripulantes de la moto huyeron y el reportero continuó manejando su auto hasta dos o tres calles más adelante hasta llegar a la casa del alcalde y estrellar si automóvil a las afueras, contra una camioneta que estaba estacionada.

Los vecinos salieron y pidieron auxilio. Los primeros en llegar fueron los paramédicos de la Cruz Roja y Protección Civil, quienes le dieron los primeros auxilios. La lesión era grave: la bala le cruzó el cuerpo, salió en la espalda a la altura de la cadera en el costado derecho. Fue llevado al Hospital Integral del Sistema Estatal de Salud, en donde permaneció prácticamente dos horas sin recibir atención porque no existía médico cirujano de guardia.

Antes de entrar a la zona de urgencias, en la puerta ya lo esperaban tres reporteros que por la frecuencia policiaca se enteraron que una persona había sido víctima de una balacera. Uno de los periodistas era de Por Esto!, diario que así lo publicó en su edición del 24 de diciembre:

“Por la resonancia del ataque, reporteros de este rotativo ya se encontraban en el acceso a la sala de urgencias del Hospital Integral del Sistema Estatal de Salud, cuando llegó alrededor de las 18:25 horas la ambulancia de la Cruz Roja con el herido, quien se encontraba consciente y que hizo a un lado la mascarilla con el que los paramédicos lo ayudaban a respirar”.

“Velásquez López, quien se encontraba lúcido a pesar de lo mortal de la herida, en reiteradas ocasiones dijo a los reporteros que cubrían su traslado el nombre del medio informativo en el que trabaja, y el nombre del presidente municipal de Tulum, Marciano Dzul Caamal, al afirmar que era ‘gente de él’, los que habían atentado contra su vida, porque alcanzó a ver al que le disparó”.
“El reportero y abogado fue estabilizado en el Hospital Integral, ya que al momento de su llegada no se encontraba en su centro de trabajo el cirujano en turno para que lo atendiese, por lo que a bordo de la misma ambulancia de la Cruz Roja que lo trajo de Tulum, fue trasladado al Hospital General “Jesús Kumate Rodríguez” del Sesa en la ciudad de Cancún.

El personal de Expresiones de Tulum confirmó posteriormente que Velázquez se refirió a sus atacantes como “gente del presidente Marciano”, con quien el periodista sostenía una confrontación directa.

Para Eugenio Morelos fueron las dos formas en que Velázquez señaló al alcalde como responsable del ataque en su contra, la primera al llevar su vehículo hasta la casa del funcionario estrellarlo allí y la segunda al decirlo a los reporteros directamente.

En el trayecto de Playa del Carmen a Cancún, el periodista entró en estado de coma y posteriormente falleció, entre las 8:15 y 8:30 de la noche. El cuerpo le fue entregado a la familia hasta el miércoles a las 10 de la noche en Cancún, por lo que comenzaron a velarlo hasta la madrugada y hoy lo enterraron después de las dos de la tarde.

Velázquez estaba casado y tenía tres hijas. Su esposa está embarazada y en unos días nacerá su cuarto hijo.

Campaña contra periodista

Poco tiempo después del ataque contra Velázquez, en la ciudad de Tulum se comenzó a difundir la información de que la línea más importante de investigación era que se trataba de un crimen pasional, porque sostenía una relación con una mujer casada y su marido despechado le disparó.

Una mujer acompañaba al periodista al momento de ser asesinado, quien dijo en un primer interrogatorio que Velázquez llevaba su caso en tribunales por violencia intrafamiliar. Posteriormente funcionarios de la procuraduría informaron que cambió su versión reconociendo que sostenían una relación personal.

Otra de las cosas que se ha mencionado, de acuerdo con reporteros de Quintana Roo, es que como periodista extorsionaba a distintas personas para que le pagaran a cambio de que no se publicara información en su contra.

Sin embargo, los reporteros que lo conocían y que se refieren a Velázquez como una persona seria, sostienen que es una campaña de desprestigio en su contra, para impedir llegar hasta el fondo y someter a investigación al alcalde.

“Estamos convencidos de que fue un ataque premeditado, un profesional, no era una aprendiz, sabía manejar armas, por eso no falló”, sostuvo Morelos.

Las acusaciones contra el presidente municipal de Tulum, exigió el director general del periódico Expresiones, “es una línea de investigación que no debe descartarse, debe agotarse hasta el final”, porque incluso existe la información de que “Alberto dijo un apodo ‘El Biónico’, como que alcanzó a identificarlo quizá”, y se trataría de un integrante de la seguridad del alcalde.



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