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México
29 de janeiro de 2010
Existe un riesgo grave contra los periodistas en Los Mochis
María Idalia Gómez, URR-México

• Incendian un automóvil a las afueras de uno de los grupos radiofónicos más importantes de la región.
• “El ataque no es personal contra la radio, sino es en general (contra los periodistas)”, sostiene la gerente general del grupo radiofónico
• Ocurre esta agresión a 12 días de que apareciera el cuerpo del periodista José Luis Romero

Los periodistas en Los Mochis se sienten en un grave riesgo. La amenaza colocada a un lado de un automóvil que incendiaron desconocidos está lejos de ser una broma, es una advertencia real en esa ciudad al norte del estado de Sinaloa.

“Está muy peligroso. Es una amenaza para todos. Escogieron al grupo de radio para hacerlo saber”, sostiene la gerente del Grupo de radio Organización Impulsora de Radio (OIR), Rosa Morales.

A dos semanas de que el reportero de radio José Luis Romero fuera encontrado muerto y con rastros de tortura, desconocidos incendiaron el miércoles 27 de enero un automóvil Crown Victoria del Grupo OIR, y cerca del siniestro dejaron un costal con un claro mensaje intimidatorio: “Esto les va a pasar a todos los reporteros. Los vamos a quemar. Atentamente La Mochomera”.

El ataque se produjo a pocos metros de la puerta de ingreso de la empresa radiofónica, propietaria de las estaciones Rancherita, Super Canal 88 y Radio Variedades, por las cuales se transmiten tres noticieros: Micrófono Abierto, Este Día y Lo Blanco y lo Negro de las Noticias. Se trata de una de las más importantes de la región y que tiene alcance hasta los estados de Baja California, Sonora, Durango y Chihuahua.

Este tipo de advertencias se han presentado ya en otros estados del país como Chihuahua, Coahuila, Durango y Tamaulipas, por ejemplo, y en ninguno de los casos las autoridades han podido determinar hasta ahora el origen de las mismas.

Hoy por la tarde el grupo radiofónico interpondrá la denuncia penal por los daños causados al vehículo, ya que el era utilizado por el personal para resolver asuntos administrativos.

Ante lo ocurrido, el miedo se reavivó con más fuerza entre periodistas, directivos y propietarios de medios de comunicación de Los Mochis, una ciudad que hasta el año pasado ocupaba el séptimo lugar en todo el país en seguridad y tranquilidad.

A mediados del año pasado comenzaron las ejecuciones, los enfrentamientos y ataques con armas largas, ahora ya se está volviendo comunes los crímenes de más de dos personas y hasta 10 por día.
“Nos arrebataron la ciudad. Qué fue lo que paso, quién sabe, no lo sabemos. Nos arrebataron paz y tranquilidad a todos, al comercio, los jóvenes. Es muy grave, muy preocupante y lo más triste que no le vemos una solución. Se siente mucha impotencia. No estamos preparados”, comentó Morales.

El director general del periódico El Debate, José Isabel Ramos Santos, llamó a los medios de comunicación del Estado y a su personal a unir fuerzas contra el fenómeno de la violencia.

"Que esas asociaciones de periodistas que tenemos empiecen a actuar, a cumplir con su función, que nos empecemos a unificar con fortaleza”, dijo. "No hay otro camino, al dividirnos estamos mostrando debilidades, somos más frágiles”, ante los ataques a la integridad física y la libertad de expresión.

Ramos Santos también reclamó que el Estado "cumpla con su función, que nos garantice la libertad de expresión que es un mandato constitucional… que nos dé seguridad, tranquilidad, que tengamos la libertad de decir lo que queramos y que sea respetado mientras no haya dolo o mala intención, mentira o calumnia", puntualizó.

Los reporteros consultados dijeron que se han registrado otras amenazas a colegas como llamadas telefónicas y rumores, por lo que consideran que no existen condiciones para ejercer un periodismo libre.

La policía municipal montó un operativo de vigilancia en las afueras de las instalaciones del grupo OIR, como una medida precautoria.



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