Los periodistas Juan Francisco Rodríguez Ríos, de 51 años, y María Elvira Hernández Galeana, de 37 años, que eran esposos fueron asesinados el lunes 28 de junio dentro del cibercafé del que eran propietarios en el municipio de Coyuca de Benítez, en Guerrero.

Rodríguez colaboraba para El Sol de Acapulco, que pertenece al grupo de la Organización Editorial Mexicana (OEM), y a un periódico regional llamado Día 17; Hernández Galeana era freelancer para varios diarios y semanarios de la región; además de apoyar a su esposo tomando fotografías.

El reporte de la policía señaló que dos hombres ingresaron en el local y con armas nueve milímetros dispararon de forma directa contra los comunicadores, que estaban con su hijo de ocho años de edad. Testigos de los hechos mencionaron, sin embargo, que un tercer hombre los esperaba afuera.

El crimen ocurrió alrededor de las 21:30 horas, muy cerca de la comandancia policial y a un día de que se celebrara la Séptima Convención Estatal del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa, de la que Rodríguez Ríos era dirigente de la sección 34.

Hasta el momento no se descarta ninguna hipótesis, porque los atacantes no se robaron nada del lugar, por lo que se consideran los móviles profesionales o personales. Sin embargo, el reportero llegó a comentar en varias ocasiones que tenía información sobre lo que ocurría en la región sobre el crimen organizado, pero no podía publicarla porque era riesgoso.

Hace unos meses fue asesinado el reportero gráfico Jean Paul en Iguala Guerrero, tres días después de que también comentara que tenía información sobre el mismo tema.

La llamada Costa Grande de Guerrero se ha convertido en un espacio de disputa entre organizaciones criminales, cuyos enfrentamientos han arrojado un gran número de crímenes. En el estado de Guerrero se han registrado, además de cuatro asesinatos contra periodistas en los últimos meses, también han muerto funcionarios públicos, líderes sociales y civiles. Ninguno de los crímenes ha sido resuelto.