El 23 de diciembre a las 7:00 p.m. fue asesinado en el interior de su casa Alvaro Alonso Escobar, en la población de Fundación, al norte del departamento del Magdalena, en Colombia. Un hombre que había llegado a su casa y con quien conversó durante 30 minutos le asestó tres impactos de bala en la cabeza al periodista de 49 años, según declaraciones de los vecinos.

Escobar era propietario y director del semanario Región que circula en Fundación y corresponsal del periódico El Informador, de Santa Marta, la capital del departamento. Generalmente investigaba el tema de la corrupción administrativa.

Tres semanas antes de su asesinato, le había comentado a su esposa, Beatriz Angulo Quiroz, que si le sucedía algo, pusiera la denuncia ante las organizaciones internacionales. Sin embargo, no fue solo a su esposa a quien le advirtió que algo podía sucederle. El editor de El Informador, Rubén Peña, le dijo a la Unidad de Respuesta Rápida de la SIP, que Escobar le entregaba información para que la redactara y la firmara porque en sus propias palabras decía: "No quiero firmar nada para no tener problemas". Por esta razón el periodista se negaba a cubrir temas relacionales con el orden público, explicó Peña.

Los últimos artículos de Escobar para el periódico El Informador y para el semanario local Región se refirieron a varios problemas de corrupción en el gobierno local de Fundación. Investigaba la adjudicación irregular para el cobro de impuestos a una empresa de Barranquilla, una demanda del ISS (Instituto de Seguros Sociales) contra la administración y el excesivo salario que ganaba la alcaldesa del pueblo, Careli Lara.

La situación de orden público en Fundación es considerada por las autoridades una de las más graves en el departamento del Magdalena debido a la presencia de todas las organizaciones guerrilleras (FARC y ELN) y de los paramilitares en la zona. Ante la situación de inseguridad, Peña decidió no asistir al oficio religioso de Escobar. Por su parte, la esposa del periodista, junto a sus tres hijos de 8 meses, 3 y 13 años, abandonaron el pueblo después del entierro.

El comandante de Policía dijo que no se puede descartar ninguna hipótesis, incluso la que apunta a los paramilitares. La Fiscalía de Fundación envió el expediente a la Fiscalía Especializada de Santa Marta, donde se lleva a cabo la investigación.