La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) condenó el homicidio del periodista Héctor Francisco Medina Polanco en Honduras, y pidió al gobierno del presidente Porfirio Lobo cumplir con su compromiso de proteger a la prensa y combatir la impunidad que rodea a una decena de casos de reporteros hondureños asesinados en los últimos meses.

Medina Polanco, de 36 años, era productor y conductor del noticiero por cable TV9 transmitido por Omega Visión en Morazán, departamento de Yoro al norte del país. El 10 de mayo en la noche, a pocas cuadras de su vivienda, el periodista fue alcanzado por desconocidos que también se trasladaban en motocicleta, hiriéndolo con tres tiros en la espalda y uno en un brazo. Fue trasladado a un hospital de San Pedro Sula donde falleció al día siguiente.

El presidente de la SIP, Gonzalo Marroquín, del diario guatemalteco Siglo 21, repudió el asesinato y pidió al presidente Porfirio Lobo “cumplir con los compromisos contraídos públicamente para detener la violencia contra la prensa y esclarecer los crímenes contra periodistas”.

El gobierno de Honduras, a través del ministro de Seguridad, Oscar Álvarez, informó a principios de este año que estaba trabajando en el esclarecimiento de los crímenes contra reporteros con la ayuda de la Oficina Federal de Investigaciones de Estados Unidos y de los gobiernos de Colombia y España. En marzo pasado, el ministro informó sobre la captura de asesinos de cuatro periodistas, sin dar mayores detalles, y sobre investigaciones en otros siete homicidios.

Medina Polanco ya había denunciado haber sido víctima de amenazas de muerte y de otros dos atentados. Era conocido en la comunidad por sus denuncias periodísticas sobre irregularidades en la alcaldía municipal de Morazán y sobre conflictos por tenencia de tierras.

En abril de 2010, en recomendaciones al Gobierno hondureño para combatir la violencia contra el periodismo y la impunidad, la SIP exhortó al presidente Lobo, entre otras medidas, a crear fiscalías especiales para atender delitos contra periodistas, procurar reformas legales para que se cree una jurisdicción especial para procesar este tipo de crímenes, así como para que sean delitos agravados y se aumenten los plazos de prescripción.

“Sin medidas efectivas - agregó el presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Robert Rivard, del periódico estadounidense San Antonio Express-News – no solo no se resolverá el problema de la impunidad sino que se seguirá alimentando esta espiral de violencia que afecta la libertad de prensa”.

En el 2010 fueron asesinados nueve periodistas en Honduras: Henry Suazo, Israel Zelaya Díaz, Luis Arturo Mondragón, Jorge Alberto Orellana, Víctor Manuel Juárez, José Bayardo Mairena, Nahúm Palacios, David Meza, Joseph A. Hernández Ochoa.

El asesinato de Héctor Francisco Medina Polanco asciende a ocho la cifra de periodistas ultimados en el 2011 en las Américas: Julio Castillo Narváez, Perú; Alfredo Hurtado, El Salvador; Valério Nascimento y Luciano Leitão Pedrosa, Brasil; Luis Emmanuel Ruiz Carrillo y Rodolfo Ochoa Moreno, México; Medardo Moreno, Paraguay. También se desconoce desde marzo pasado el paradero de Noel López Olguín de México.

En algunos de estos casos, todavía no hay certeza sobre los móviles que perseguían los asesinos.