El director de Mundo Villa TV Adams Ledesma fue asesinado en 2010. Hoy, la justicia condenó a su asesino a 18 años de prisión. El caso de un periodista villero comprometido socialmente y el silencio de los medios, deslegitimando su labor.

La Justicia condenó a 18 años de cárcel a un joven paraguayo, Christian David "Pichu" Espínola Cristaldo, acusado de haber matado al periodista boliviano Adams Ledesma Valenzuela en 2010, quien dirigía un canal comunitario en la Villa 31 de esta capital.

En su momento, el asesinato de Ledesma Valenzuela, quien era director del canal comunitario Mundo Villa TV, fue publicado brevemente por los medios más importantes del país. Diario sobre Diarios fue uno de los medios que dedicó, en 2010, un extenso artículo sobre el caso, y sobre la visibilidad que tienen los avocados al "periodismo villero", muy lejos de las cómodas oficinas de los grandes medios de comunicación.

Según publicó Clarín ayer, cuando se inició la investigación, se creía que Ledesma había sido asesinado por su profesión: sin embargo, publica el diario, "la justicia dictaminó que fue acuchillado cuando fue a arreglar un problema del servicio de luz en la Villa 31".

Según Diario sobre Diarios en ese primer artículo de 2010, fueron seis las entidades relacionadas con el periodismo que pidieron que se esclareciera el asesinato. Indican que ni así los funcionarios de turno prestaron atención al tema, y el incidente sólo fue publicado escuetamente en las secciones de policiales.

DSD se pregunta: Ledesma, quién era boliviano, villero, periodista e indigente, fue borrado de las investigaciones de los diarios, entonces ¿A quién le sirve su muerte? ¿Era kirchnerista o antikirchnerista? ¿Estaba a favor o en contra del monopolio?

Perfil indicó, luego de su muerte, que Ledesma planteaba una forma de periodismo de investigación dentro del ambiente más marginal: "Vamos a hacer periodismo de investigación, a filmar a los famosos que vienen en 4x4 y BMW a comprar droga". Por eso, se creyó en su momento que su muerte estaba relacionada con su rol activo dentro de la villa.

DsD realizó una recopilación de todas las notas que lo recordaban y que, de alguna manera, explicaron el asesinato del periodista. Los medios también se hicieron eco de una manifestación de vecinos que se llevó a cabo días después, pero sin mayor profundización del caso.

La revista Parlamentario, Telesur, el Consulado de Bolivia, Reporteros Sin Fronteras y muchos medios e instituciones se expresaron al respecto. DsD intentó demostrar la frialdad e impersonalidad con la que se trató el homicidio de un colega, como un policial más provocado por peleas de vecinos y "pibitos drogados", silenciado el crudo hecho de que un periodista villero comprometido con su realidad social había sido víctima de la forma de censura más efectiva: la muerte.

Qué es ser periodista: quién puede serlo y por qué

Según Diarios sobre Diarios, el debate y el cuestionamiento que despierta este asesinato es si se puede considerar a Ledesma como un periodista. El artículo asegura: por la trascendencia que el caso tuvo en los diarios porteños, parecería que antes de llamar a alguien periodista, hay que averiguar donde trabaja.

Y es ahí donde se caracteriza al periodista militante, que usa un medio de comunicación como herramienta de poder por un fin de acción política. Están los “panfletarios” y los más informativos.

También se encuentra al periodista de una empresa que no tiene actividad partidaria, entonces la expresa durante su tiempo libre.

Sin embargo, Estados Unidos se encargó de popularizar una visión del periodista profesional, comprometido con la objetividad y lejos de las pujas de poder político, con relatos imparciales.

Pero el caso de Ledesma presenta fronteras difusas, porque no actuaba dentro de una empresa u organización. Así, un cronista de un medio villero puede estar haciendo un programa de radio, para luego ir a cavar fosas para cloacas o arreglar problemas eléctricos de sus vecinos, tal el caso de Ledesma.