Follow us on SIP Follow us on BLOGGER Follow us on FACEBOOK Follow us on YOUTUBE Follow us on TWITTER
Alertas
Estadísticas
Investigaciones
Reclame Justicia

Noticias
Actividades
Documentos oficiales
Campaña de medios
Reformas legales
Jurisprudencia
Publicaciones
Videos
Newsletter
Enlaces

Misión
Autoridades
Personal
Contáctenos
Haga su donación
Dona Tu Voz - CD

Home      
Luiz Carlos Barbon Filho
5 de mayo de 2007

Caso: Luiz Carlos Barbon Filho



Comisario pide más plazo para investigar el crimen:

9 de junio de 2007
Por Clarinha Glock

Reportes Relacionados

9-6-2007


Noticias Relacionadas

30-03-2010
23-07-2008
6-03-2008


Treinta días después del asesinato de Luis Carlos Barbon Filho, ocurrido el 5 de mayo de 2007, las investigaciones continúan, pero todavía no hay ningún sospechoso preso.

Treinta días después del asesinato de Luis Carlos Barbon Filho, ocurrido el 5 de mayo de 2007, las investigaciones continúan, pero todavía no hay ningún sospechoso preso. La presión de la prensa nacional e internacional y de entidades del sector contribuyó a que las investigaciones pasaran de la comisaría local a la seccional, con la participación de policías de San Pablo, lo que indica que los involucrados en la muerte pueden estar vinculados a la administración pública o a la policía. La transferencia del caso a otra ciudad evita que las autoridades del municipio presionen a los encargados de investigar el crimen.
El comisario Gilberto de Aquino, de la Oficina de Investigaciones Generales de la Seccional de San Carlos (una ciudad próxima a Porto Ferreira), informó el 7 de junio de 2007 que pidió una extensión del plazo para finalizar la investigación policial, ya que Barbon Filho era muy polémico y había más de un sospechoso en la mira. “La autoría todavía no se ha definido y estamos aguardando el resultado de los informes periciales”, afirmó.
Las amenazas a los familiares cesaron. Sin embargo, los amigos de Barbon Filho piden que la prensa no permita que se olvide el crimen. El locutor radial Jota Reis, de Radio Porto FM, cree que, si no se los acompaña, los periodistas de la región podrán quedar muy expuestos al referirse al caso. Además, el propio comisario recuerda que las denuncias realizadas por Barbon Filho todavía no fueron verificadas. “¿Si se hicieron conforme al procedimiento?”, pregunta. “Si las denuncias no fueran verificadas, ¿valió la pena la muerte de Barbon Filho?”, pregunta en su calidad de ciudadano el comisario Aquino.

Dos tiros callaron a Luis Carlos Barbon Filho

Hasta hace poco tiempo, Porto Ferreira, a 227 kilómetros de San Pablo, sólo era famosa como la Capital de la Cerámica Artística, debido a las fábricas distribuidas a lo largo de la calle de acceso. En 2003, un escándalo que involucró a concejales, empresarios y comerciantes locales acusados de explotación sexual de adolescentes provocó que la ciudad de cerca de 54 mil habitantes se hiciera conocida a nivel nacional. El caso, que tuvo amplia repercusión, fue prácticamente olvidado, al punto que los acusados, en su mayoría condenados, pudieron conseguir morigerar las penas. Pero la historia volvió a los titulares de los diarios cuando, el 5 de mayo de 2007, dos hombres con casco y en motocicleta asesinaron a Luis Carlos Barbon Filho, un periodista polémico e incisivo que había denunciado en el periódico Realidade la participación de políticos en el escándalo de 2003.
En los últimos tiempos, Barbon Filho hacía críticas feroces, en la Radio Porto FM y en el periódico Jornal do Porto de Porto Ferreira, en relación con las irregularidades cometidas por policías y políticos locales. El crimen se produjo cuando Barbon Filho, de 37 años, estaba en el Bar das Araras, próximo a la terminal de ómnibus de Porto Ferreira, en una mesa ubicada en la calle. Conversaba con el dueño del bar. Alrededor de las 21, el propietario se fue a atender el teléfono. En ese momento, llegaron dos personas en moto. Una de ellas disparó con un arma calibre 12: uno de los tiros alcanzó el lateral dorsal y otro la pierna de Barbon Filho, quien aunque fue llevado a un hospital no resistió las heridas.
El comisario Eduardo Henrique Palmeira Campos, responsable de las investigaciones en un primer momento, de inmediato asoció la muerte con la hipótesis de una represalia por alguna denuncia realizada por Barbon Filho en los periódicos o en la radio donde trabajaba. Las características del crimen – donde se utilizó un arma calibre 12 y no se dejaron rastros – indican que los asesinos eran profesionales.
El abogado Ricardo Ramos, que se ofreció a ayudar a Katia Rosa Camargo, viuda de Barbon Filho, descartó la posibilidad de que el asesinato estuviera relacionado con las denuncias realizadas en 2003. Ramos, que también es abogado de uno de los acusados en la época del escándalo, dijo que se acercó a la viuda porque él y Barbon Filho tenían vínculos estrechos, e inclusive los concejales condenados por explotación sexual de adolescentes ya se habían hecho “amigos” del periodista. Uno de los acusados - cliente de Ramos y empresario de la ciudad - es considerado un prófugo de la justicia. No obstante, Ramos opina que su cliente “sólo salió a pescar y se olvidó de regresar”.
Ramos está empeñado en alejar las sospechas sobre su cliente y los demás implicados. Tanto es así que cuando la prensa nacional divulgó la noticia del asesinato y recordó el artículo redactado por Barbon Filho en 2003, se comunicó con la principal red de televisión del país, la red Globo, para aclarar que el periodista tenía previsto realizar un nuevo reportaje para contar la “verdadera” historia del escándalo y que sus críticas recientes no tenían nada que ver con esa situación.
Ramos acompaña a la viuda en sus declaraciones ante la justicia, en las misas y en las entrevistas. Katia vive asustada, con sus dos hijos – una joven de 14 años y un niño de 10 años que es una réplica en miniatura del padre, tan rápido y osado como él. Inmediatamente después del crimen, la casa donde viven fue atacada a tiros y ella comenzó a recibir llamadas en la madrugada de alguien que se quedaba mudo del otro lado de la línea. Un auto sospechoso fue visto merodeando su residencia. Además, el padre del periodista, que vive en Tambaú, también fue víctima de amenazas e intimidaciones.
Una semana después del asesinato y tras ser alertada sobre el riesgo que corrían su vida y la de sus hijos, Katia dejó la casa junto con los niños. Intenta no permanecer mucho tiempo en el mismo lugar.

La voz del pueblo y la protección divina

“Barbon decía que era la voz del pueblo”, recuerda Katia Rosa Camargo, con quien el periodista vivía desde hacía 15 años. Los dos se conocieron en Radio Primavera, donde él vendía publicidad y ella trabaja como secretaria.
Barbon Filho quería volver a presentarse como candidato a concejal en las próximas elecciones – ya se había presentado en las elecciones de 2004 por el Partido Verde (PV), donde sólo obtuvo 80 votos. Gracias a sus declaraciones radiales, mucha gente lo buscaba para hacer denuncias. Barbon Filho hablaba, de un modo contundente y con muchos errores de concordancia gramatical que reflejaban su escasa escolaridad, sobre la suciedad y los baches de las calles, sobre la falta de iluminación y de remedios, y sobre todo lo que consideraba una injusticia contra las personas humildes, en general a través de discursos vehementes contra la administración municipal. “Espero que siempre que venga aquí pueda hablar y actuar como muchos quieren y no pueden y pueda representar a esa población sufrida, maltratada sin motivo por esta administración que se hace llamar ciudadana”, dijo Barbon Filho en una de sus últimas participaciones en la Radio Porto FM.
Su ingreso dependía principalmente de la venta de anuncios publicitarios y el dinero sobrante del mes lo invertía en la construcción de la vivienda familiar, cuenta Katia. El objetivo era terminar de construir una piscina y una parrilla en la parte superior de la casa y alquilar las instalaciones para fiestas “y así aumentar el ingreso a fin de mes”. Según la viuda, el teléfono fijo de la casa había sido desconectado justo antes de la muerte de Barbon Filho para evitar gastos y amenazas.
Katia dice que su marido recibió notas escritas a mano, en letra de imprenta, que decían que iban a matarlo. Él no prestaba mucha atención al asunto y pensaba que sólo era una técnica para atemorizarle. Hace dos años arrojaron una botella con nafta en su casa, pero por suerte cayó en una alcantarilla y no alcanzó el objetivo. “Barbon decía que no tenía miedo de nada porque el hombre de ojos azules (Cristo) lo cuidaba – eran él y Dios”, explica.
En los últimos días, sin embargo, había mandado elevar el muro de protección alrededor de su residencia para ahuyentar a posibles intrusos. “Quería comprar un chaleco a prueba de balas”, informa Katia.

Su carrera como reportero comenzó por pura casualidad

Hasta el día del crimen, el Jornal do Porto, de Porto Ferreira, publicaba en forma casi semanal textos escritos por Barbon Filho en dos columnas de página estándar, dentro de un recuadro cuyo tamaño variaba según la edición y el tenor de la denuncia. El texto siempre venía acompañado por la foto y la firma del periodista, como así también por su número de cédula de identidad. Joao Roberto Bellini, uno de los propietarios de Jornal do Porto, informa que Barbon Filho no era miembro de la redacción del periódico, sino que sólo realizaba colaboraciones y vendía publicidad. “Había épocas en que pasaba 15 días sin escribir nada”, observa.
La falta de un registro profesional – si bien al lado de la firma aparecía el título de periodista – generó discusiones antes y después de la muerte de Barbon Filho. Sus enemigos políticos y las víctimas de sus críticas lo acusaban de ejercer la profesión en forma indebida por no haber estudiado periodismo. Después del asesinato, la Federación Nacional de Periodistas (Fenaj, según la sigla en portugués) y el Sindicato de Periodistas Profesionales del Estado de San Pablo emitieron una nota donde lamentaban el crimen pero resaltaban que no era un periodista matriculado:
“(...) Luiz (sic) Carlos Barbon Filho, a pesar de autodenominarse periodista, no lo era ni de hecho ni por derecho. El periódico Realidade, de su propiedad, fue clausurado porque nunca cumplió las reglamentaciones. Además, Barbon Filho no poseía el registro de periodista, habiendo inclusive sido procesado por ejercicio ilegal de la profesión (...)”.
La nota recibió el repudio de otras entidades de defensa de los derechos humanos y de la libertad de expresión.
Pero el mismo Barbon Filho creaba confusión en torno a este hecho. Habiendo sido tan sólo nominado por el reportaje publicado en 2003 como uno de los finalistas del Premio Esso al Periodismo (uno de los más codiciados por los periodistas profesionales de Brasil), cuando participaba en la Radio Porto FM era anunciado como el “ganador” del premio. En la pequeña ciudad de Porto Ferreira, donde prácticamente todos se conocían y la radio tiene un alcance y un uso político muy fuerte, el locutor Joao dos Reis, más conocido como Jota Reis, anunciaba: “Una vez más el equipo de reportajes de Porto FM fue requerido por el polémico periodista Luis Carlos Barbon Filho, ganador del Premio Esso...”
Su carrera como reportero comenzó en forma casi casual. “Barbon Filho siempre estuvo involucrado en política. Creamos un periódico para trabajar contra la administración de la ciudad y, como yo era político, no podía poner el periódico a mi nombre, así que lo puse a nombre de él”, recuerda Osmar Villa, actualmente más conocido por su negocio de venta de motos, pero que al momento de ser creado el periódico Realidade era concejal. Actualmente es suplente de concejal por el Partido de Frente Liberal (PFL). Trabajó con Barbon Filho en Realidade hasta poco tiempo antes de las denuncias sobre el caso de explotación sexual de menores en 2003. Ya no estaba en condiciones de continuar con el negocio, de modo que lo transfirió a su amigo.
“Solía decir que sólo la muerte podría callarlo, porque mientras hubiera situaciones incorrectas, él las denunciaría”, recuerda Villa. “El único problema es que era manipulado por la política”. La amistad con Barbon Filho se mantuvo hasta el último día. Como el periodista no tenía cuenta en el banco, por ejemplo, Villa le facilitaba el cambio de cheques por efectivo. La noche en que Barbon Filho fue asesinado, iban a ir juntos a un baile.
Después del crimen, el periodista Anderson Rosa de Moraes escribió sobre el periódico Realidade para el sitio Observatorio de la Prensa: “El objetivo de fundar Realidade era servir como canal de expresión para aquellos que no tenían la posibilidad de manifestarse a través de los medios dominados por publicidades gubernamentales (municipales) y empresas del establishment”.
Moraes trabajó con Barbon Filho en Realidade. Relata que, en esa época, “Luiz (sic) Carlos Barbon Filho todavía era un idealista, un soñador y la persona encargada de la publicidad”. También agrega: “Barbon Filho era semianalfabeto (sic), al igual que la mayoría de la población brasileña, pero tenía un valor inestimable y era un autodidacta (...) Luchaba contra las adversidades financieras del periódico con una valentía hercúlea (sic). Observando cómo se hacía el periódico, aprendió mucho y se aventuró al camino del periodismo.” Mientras actuaba como vendedor de publicidad del periódico, también cuidaba perros abandonados, los vacunaba y los atendía cuando estaban enfermos, aunque no era veterinario.
Para Carlos Augusto Colussi, uno de los directores de Jornal do Porto, el crimen de Barbon Filho fue un crimen político, porque era un personaje político y quería estar en el poder. “Una de sus frases era: ‘Ya van a ver qué va a pasar cuando llegue a una habitación con aire acondicionado: ustedes se van a congelar”. Barbon Filho traía los textos para publicar en el periódico escritos a mano, a veces garabateados en papel de embalaje, y otras veces le dictaba a Colussi lo que quería escribir. Por ejemplo, pidió ayuda para elaborar el escrito donde denunció al Ministerio Público la malversación de fondos por parte de la Intendencia.

Las denuncias alcanzaron a políticos y policías

Entre las denuncias realizadas por Barbon Filho en Jornal do Porto y en la Radio Porto FM, una de ellas llegó al Ministerio Público. Se trataba de una licitación a precios exorbitantes para el alquiler de un camión destinado a obras municipales. “Por el monto de R$ 77,5 mil, el intendente podría haber comprado dos camiones”, protestó el periodista por radio.
El fiscal de Porto Ferreira, Fabio José Moreira dos Santos, informa que se inició un sumario civil público basado en la declaración de Barbon Filho sobre la irregularidad: “Desde diciembre de 2006, que es cuando llegué a la ciudad, fue la única denuncia realizada por él ante el Ministerio Público y el sumario está en curso”.
El periodista no ahorraba críticas contra el intendente Mauricio Sponton Rasi. El 21 de abril de 2007, al comentar la decepción del pueblo por los resultados de un concurso público promovido por la intendencia, escribió en Jornal do Porto: “Si tuviéramos políticos serios, el resultado podría ser diferente, pero como nuestro intendente es adicto al nepotismo resulta difícil que él pida a sus parientes y amigos y a los de su vice que están mamando desde el primer día de su gobierno que suelten las tetas de mamá intendencia (sic)”.
Rasi, que además de intendente de Porto Ferreira es profesor de Derecho en la Universidad Camilo Castelo Branco (Unicastelo), era el comisario responsable de las investigaciones sobre la corrupción de adolescentes en la época en que el hecho fue denunciado por Barbon Filho en el periódico Realidade en 2003.
El 14 de abril de 2007, el periodista escribió un artículo para Jornal do Porto donde relataba que había sido contactado por el padre de dos de las niñas involucradas en el escándalo de 2003 para denunciar la falta de apoyo por parte del Consejo Tutelar (que se suponía que debía proteger a las niñas, ya que eran menores de edad) y de la intendencia:
“El Poder Público Municipal, hoy controlado por un político indirectamente beneficiado por estos episodios y que también usaba la Casa de Refugio como un logro propio, siendo que hoy las instalaciones se encuentran casi en desuso, debería haber cobijado a esas niñas y a sus familias y haberles brindado asistencia social completa (...)”.
En otras declaraciones, Barbon Filho ya había insinuado que Rasi, como comisario responsable del caso, aprovechó el episodio (donde varios concejales resultaron presos) para ser elegido. Poco tiempo antes de ser asesinado, había prometido por la Radio Porto FM que revelaría nuevos hechos ligados al mismo caso.
Rasi inició un proceso contra Barbon Filho por calumnia e injuria en respuesta a los ataques que sufría. “Los ataques continuaron, pero tomé la postura de que no iniciaría más acciones penales, ya que tendría que iniciar una cada semana”, concluye. Acusa a Barbon Filho de no ser periodista y de haber actuado de un modo sensacionalista y parcial, creando una imagen negativa de Porto Ferreira como “la capital de la prostitución”.
“Después de la elección para concejal (donde Barbon recibió pocos votos), intentó aproximarse para que yo lo ayudara a mantener el periódico y me negué. Yo acababa de asumir la intendencia”, le cuenta Rasi a SIP. Además remarca: “Esa misma persona (Barbon Filho) que denunció a los concejales (en 2003), cuando se convierte en aliado del grupo que critica, frecuenta la radio y el periódico que simpatizan con ese grupo. A mi juicio, fue un instrumento de este grupo político para atacar a la administración”. El intendente se refiere al hecho de que, en la época del periódico Realidade, Barbon Filho atacaba al entonces intendente André Braga. En los últimos tiempos, colaboraba con la Radio Porto FM, que pertenece a la familia Braga y que se opone a Rasi.
Por este motivo, el intendente lamenta la muerte de Barbon Filho, pero no acepta que se lo trate como a un héroe. Además, dice que acepta que la administración municipal esté sujeta a críticas regidas por la moral y la ética, pero no por la mentira. En cuanto a haber sido señalado como sospechoso del crimen, Rasi se defiende: “Hace un año y medio que me atacaba. Si hubiera tenido que hacer algo al respecto, no habría esperado ser cuestionado por el Concejo Deliberante por una licitación ridícula que no pasa de los R$ 70 mil por un servicio esencial para el Departamento de Obras”. Más aún, agrega, el ataque provenía de una persona que actuaba como instrumento político de un grupo.
En una entrevista a una radio local, el intendente manifestó que Barbon Filho a veces extorsionaba: exigía dinero para no divulgar datos sobre determinada persona o hecho. La acusación fue rechazada por la viuda.
Otra víctima de las críticas del periodista, el concejal independiente Gilson Alberto Strozzi, en ejercicio de su quinto mandato, dice que espera que los culpables del crimen sean castigados. Recuerda que Barbon Filho tuvo un problema con él, inclusive antes de las denuncias de 2003, y admite que últimamente había sido blanco de nuevas críticas y que por esa razón “estaba preparando una acción judicial contra el medio donde Barbon Filho publicaba sus artículos”.
Fue en la oficina contable del hijo de Strozzi que se constituyó legalmente el periódico Realidade. Strozzi escribía una columna, bajo un seudónimo, para otro periódico, y ahí afirmaba que Barbon Filho no era propietario de Realidade: “A él no le gustaba. No quería que yo hablara”. La disputa llegó al extremo de la agresión física en el Concejo Deliberante.
Según Strozzi, a partir de entonces Barbon Filho aumentó los ataques en su contra. “Era un sujeto malvado”, acusa. “Envió una foto mía a la televisión y dio a entender que yo estaba implicado en la historia de la explotación sexual. Yo acababa de asumir la presidencia del Concejo Deliberante”. Después de eso, Barbon Filho inclusive realizó otras acusaciones en Jornal do Porto y en la Radio Porto FM: “Strozzi es una persona que como político es como un cáncer para la sociedad. (...) Él defiende el salario con el que su hijo se alimenta todo el mes, amamantado por el intendente”.
El concejal Luis César Lanzoni (del Partido Brasileño de los Trabajadores, PTB), acusado y condenado por el escándalo de 2003, cree que la vinculación de la muerte de Barbon Filho con ese hecho del pasado sólo desvía la atención sobre los verdaderos culpables. “Si cualquier estudiante universitario tuviera acceso a mi expediente – de 500 páginas – se daría cuenta de que fue una farsa”, argumenta. Prueba de esto, según Lanzoni, es que fue reelecto a pesar de estar recluido en la Penitenciaría de Sorocaba, donde permaneció hasta noviembre de 2006.
El concejal cree que se lo involucró en el escándalo por intereses de sus adversarios políticos. “Últimamente, Barbon Filho estaba buscando a las supuestas víctimas y como no conseguía ubicarlas, decía que iba a develar y a echar luz sobre toda la farsa”, dice. Lanzoni desafía a cualquier periodista “serio” a averiguar en profundidad qué ocurrió en aquella época.
Más recientemente, el periodista se había propuesto defender a Alcino Antico, sargento retirado de la policía y propietario del Bar das Araras (comercio donde Barbon se encontraba cuando fue asesinado).
Los días 31 de marzo y 6 de abril de 2007, el sargento firmó artículos en Jornal do Porto donde relataba cómo su bar había sido clausurado por inspectores municipales y por policías que le habían pedido la habilitación. Pero la emisión de este documento, explicaba, dependía de la autorización de otros inspectores, ya que la firma estaba en proceso de transferencia. Barbon Filho intervino, llamó por teléfono al sector de Habilitaciones e amenazó con llamar a la televisión si los inspectores no iban hasta el lugar para extender la autorización necesaria y emitir la documentación.
Anteriormente, Antico ya había denunciado que un médico había robado dinero del establecimiento – lo que había generado la apertura de un expediente – y había protestado que su bar había sido clausurado por vender cigarrillos importados en forma ilegal del Paraguay, acusando a los inspectores municipales y a la policía de abuso de autoridad y prevaricato. Amenazó publicar una proclama contra ciertos policías. “Barbon consiguió que el bar fuera reabierto”, recuerda Katia, la viuda. A partir de entonces, él y Antico se hicieron amigos.

Error en la consulta:No database selected