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Jean Leopold Dominique
3 de abril de 2000

Caso: Jean Leopold Dominique



Dominique fue herido de bala mortalmente el 3 de abril de 2000:

1 de enero de 2001
Por Ana Arana

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Los cuerpos desaparecieron, los sospechosos murieron inesperadamente y el reparto de personajes que, se dice, conspiraron para asesinar al periodista de radio más destacado de Haití, Jean Leopold Dominique, de 69 años..

Los cuerpos desaparecieron, los sospechosos murieron inesperadamente y el reparto de personajes que, se dice, conspiraron para asesinar al periodista de radio más destacado de Haití, Jean Leopold Dominique, de 69 años, constituyen una historia más colorida que la que cualquier autor de novelas de misterio podría haber soñado. Dominique fue herido de bala mortalmente el 3 de abril de 2000, cuando llegaba a su estación de radio, lugar donde trabajaba. La primera lista de sospechosos fue larga – ex partidarios de la dinastía Duvalier, como así también empresarios corruptos. Sin embargo, recientemente, la investigación indica que Dominique, asesor clave del ex presidente René Préval, y amigo del presidente Jean Bertrand Aristide, aparentemente fue víctima de un conflicto destructivo entre los integrantes del partido político Fanmi Lavalas, de Aristide.

Una investigación encarada por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) arrojó que Dominique, hombre que destinó su vida a defender a los pobres de Haití combinando el periodismo con el activismo político de izquierda, fue asesinado en una conspiración política aparentemente planeada y concebida durante varios meses por figuras políticas líderes vinculadas a Aristide. Entre los nombrados en la investigación judicial como posibles sospechosos se encuentran el senador Dany Toussaint, figura maquiavélica que comanda muchísimo poder dentro del Lavalas, y varios de sus aliados que se desempeñan en el gobierno de Aristide o son integrantes del Senado haitiano. Según la investigación, estos funcionarios vieron la independencia y honestidad de Dominique como una amenaza a su sed de poder y a su participación en actividades corruptas, de acuerdo con fuentes cercanas a la investigación. Una serie de fuentes proporcionaron información valiosa a la SIP acerca de esta investigación. Sin embargo, debido a que la conspiración para el homicidio involucra a figuras poderosas de Haití, la mayoría de las fuentes accedieron a hablar sólo si no se las identificaba en el informe. Las amenazas contra los jueces, testigos e investigadores en este caso son palpables. Ya el pasado enero, un hombre que, se suponía, pasaba información acerca del crimen fue asesinado a plena luz del día en Port-au-Prince.

Incluso la viuda de Dominique, Michele Montas, que tiene derecho legal a conocer detalles acerca de la investigación, estuvo reacia a compartir mucho de lo que sabe. "Soy parte de la investigación; por lo cual debo ser cuidadosa en lo que hablo públicamente", comentó.

El asesinato de Dominique dejó consternada a toda Haití, pues el periodista era visto como un partidario incondicional, aunque crítico, del Lavalas. Su muerte fue una señal de mal agüero de que el movimiento del presidente Aristide creado en la década del ’90 en oposición a la corrupta dinastía Duvalier tiene graves desavenencias internas. Antes de morir, Dominique insistió en que un grupo de funcionarios corruptos con vínculos en redes criminales, incluido el narcotráfico y el robo de autos, había tomado al partido político. El había dado nombres de funcionarios corruptos con influencia del Lavalas en sus programas de radio con la esperanza de lograr que fueran expulsados del partido. "Dominique pensó que tenía más poder político del que realmente tenía," manifestó un observador extranjero.

Hoy en día, Haití está más dividida y empobrecida que cuando el presidente Aristide retornó al poder de la mano del ejército de Estados Unidos en octubre de 1994, después de un golpe militar que lo destituyó de su cargo durante tres años, al que había accedido al ganar las elecciones presidenciales de 1990. Varios homicidios políticos abrumaron al país en los últimos años; sin embargo, ninguna de las víctimas era un miembro leal y de larga data del Lavalas como lo era Dominique. Durante los primeros diez meses después del asesinato, el gobierno perdió un tiempo precioso siguiendo pistas falsas y la investigación quedó seriamente detenida.

No fue hasta octubre de 2000 que el caso arrojó avances significativos. Aparentemente, el motivo fue la predisposición del saliente presidente Préval por usar sus últimos meses en el poder para tratar de resolver el homicidio. La administración Préval asignó más fondos para la protección de testigos, para dotar de guardaespaldas a la viuda de Dominique y para brindar seguridad al juez del caso, un hombre que ha recibido graves amenazas de muerte. La decisión de Préval tuvo lugar a pesar de existir sospechas internas entre funcionarios del partido Lavalas que el caso tendría un impacto negativo en el segundo mandato del presidente Aristide. A modo de ejemplo de esta paranoia, los funcionarios del partido le han manifestado directamente a la viuda de Dominique, Michele Montas, que el caso es peligroso para Aristide.

La SIP cree que una rápida resolución del caso Dominique debería considerar una prueba tornasolada de la decisión de la administración Aristide de respetar la libertad de prensa en Haití. Ya el homicidio de Dominique ha tenido un impacto indeleble en la forma en que los periodistas desempeñan sus tareas. Varias amenazas contra la prensa han inspirado la respuesta internacional; sin embargo, los funcionarios más importantes del Lavalas continúan promoviendo, aparentemente, el uso de masas vigilantes para presionar a los medios con el propósito de que no se publiquen informes críticos.

Dominique tuvo un fin violento en un país donde los aliados políticos se convierten rápidamente en enemigos. "Lo que la gente no comprende es que los funcionarios que están hoy en el poder están decididos a permanecer allí y no harán nada que consideren pueda afectar su base de poderío. Dominique estuvo tan cerca del poder que subestimó el peligro", comentó Marvel Dandin, de Radio Kiskeya, una estación de radio independiente que también ha sido blanco de ataques de los partidarios del Lavalas.

Aristide fue elegido presidente el pasado noviembre después de las disputadas elecciones legislativas y presidenciales. La mayor parte de la oposición se negó a participar en las elecciones presidenciales. En la actualidad, esa oposición unida bajo un grupo denominado Convergencia Democrática, que incluye a la mayoría de los partidos políticos y a ex integrantes del Lavalas, no desea comprometerse y ha seleccionado a un gobierno paralelo simbólico en evidente provocación a Aristide.

El segundo período de Aristide como presidente se inicia en un momento en que el país se enfrenta a su peor crisis política, económica y de seguridad pública. A menos que llegue a un acuerdo con la oposición, el país no recibirá 500 millones de dólares en ayuda internacional, que es sumamente necesaria. Haití es el país más pobre de Latinoamérica, de acuerdo con las Naciones Unidas – con un índice de desempleo del 80%, una inflación del 15% y un crecimiento poblacional del 2,1 %. Los próximos años serán difíciles para esa nación.

La mayoría de los sectores intelectuales y políticos de Haití manifiestan que el Lavalas ha contribuido a la crisis debido a su incapacidad para tolerar la disensión, y a su predisposición para pasar por alto la corrupción entre sus integrantes. El Lavalas sigue siendo una fuerza política poderosa merced al culto a la popularidad de Aristide entre la gente de bajos recursos de Haití.

El partido Fanmi Lavalas de Aristide se ha convertido en un refugio de grupos vigilantes, conocidos como Chimerés. Supuestamente, estas masas vigilantes son contratadas para asustar a la oposición. Durante el funeral de Dominique, estos grupos de protesta incendiaron los cuarteles del partido político del líder de la oposición Evans Paul, ex partidario de Aristide.

La mayoría de las fuentes bien informadas en la investigación del caso Dominique indicaron que creen que el presidente Aristide no estaba interesado en liberarse del periodista asesinado, el líder más destacado del partido Fanmi Lavalas muerto hasta la fecha. Sin embargo, fuentes haitianas y extranjeras consideran que los sectores dentro del Lavalas tienen total independencia de Aristide. Señalan que el fracaso de Aristide para denunciar públicamente el homicidio de Dominique, otros asesinatos políticos y ataques contra la oposición y la prensa, sólo promovieron más abusos.

Otros son aún más abiertamente críticos de Aristide y siembran más dudas respecto del papel que él desempeña en los círculos políticos haitianos. "El continúa siendo una personalidad importante en Haití y en el Lavalas", comentó una fuente". En estos asuntos usted no tiene que decir ni una palabra. Una señal con la cabeza o un gesto, pueden interpretarse como una aprobación tácita", agregó un experto haitiano.

Michele Montas, la viuda de Dominique asintió. "No creo que Aristide tuviera algo que ver con la muerte de Jean, aunque él ejerce control sobre todos en su partido", comentó inquebrantable cuando se le preguntó acerca de esa posibilidad. Montas continúa perturbada por la decisión de asesinar a su esposo, que fue un integrante leal del partido hasta su muerte. "Resulta irónico", manifestó. "Jamás pensamos que podía ser una posibilidad".

Los asociados cercanos a Aristide indicaron que muchas personas odiaban a Dominique por sus ácidos editoriales, en un país donde la gente está más silenciada en sus críticas de los demás. Brian Concannon, abogado estadounidense que trabaja con un grupo de ayuda legal antes conocido como Abogados de Aristide, comentó que muchos querían librarse de Dominique. También argumentó que periodistas occidentales estaban demasiado deseosos de señalar con el dedo a la gente cercana a Aristide sólo para perjudicar al presidente electo.

Política de Estados Unidos

Seis años después de la Operation Uphold Democracy (Operación para sustentar a la democracia), que provocó el regreso de Aristide a Haití en una ambiciosa exhibición militar y significó aproximadamente tres millones de dólares en asistencia internacional, la política para Haití de la administración de Bill Clinton es declarada responsable del actual fracaso en ese país. "Lo que sucedió con la administración Clinton es que ellos deseaban un éxito con tanta desesperación que jamás cuestionaron los problemas que surgían, y como resultado de ello la situación se complicó más", señaló una fuente del Congreso.

La política de EE.UU. para Haití se ha ido dañando por el hecho de que provocó muchos desacuerdos en Washington durante la administración Clinton, poniendo en contra a demócratas contra republicanos como nunca antes se había visto desde la guerra de los contras de Nicaragua. Lo que complicó aún más la cuestión fue el hecho de que los políticos clave se involucraron demasiado en la política haitiana. Varios integrantes de la Junta de Dirigentes Negros del Congreso, por ejemplo, se desempeñan en la Fundación de Aristide, enviando señales contradictorias a funcionarios haitianos. De manera similar, organizaciones tales como el Instituto Republicano Internacional (International Republican Institute/IRI) tuvo como su director nacional a un estadounidense haitiano, cuya familia había sido partidaria de Duvalier. El IRI tuvo que cerrar sus oficinas después de varios ataques en contra de sus representantes y cuarteles centrales.

Los partidarios de Aristide sospechan muchísimo de todo lo que es estadounidense; sin embargo, igualmente desean la ayuda estadounidense y la europea en parte. La participación del IRI en ayudar a organizar la Convergencia Democrática, el grupo de oposición a Aristide, ha sido otra piedra en el zapato, en este país que ostenta un alto índice de paranoia. Tan deseosa está la gente de creer en las fechorías de los estadounidenses que en los primeros meses posteriores al asesinato, corrió un rumor de que a Dominique lo habían matado ciudadanos del país del norte. Para contribuir a dicho rumor tuvo lugar un desafortunado incidente donde un informante clave y posible autor del hecho resultó ser un haitiano que tenía una relación independiente con la oficina de Asuntos Públicos de la Embajada de EE.UU.

Hasta su muerte, Dominique criticó duramente la política de EE.UU.. Pensaba que los sectores conservadores en EE.UU. querían acabar con el Lavalas y presentaban un peligro para las esperanzas de Aristide de ganar una segunda postulación para la Presidencia. Así, meses antes de su homicidio, criticó el papel de las organizaciones estadounidenses tales como el IRI, IFES y USAID, que participaron directamente en la preparación inicial de las elecciones legislativas de mayo. En su máquina de escribir, dejó un editorial sin terminar referido al papel desempeñado por los EE.UU. en Haití desde 1917.

Irónicamente, al igual que con todo en Haití, está el vengador del país, los EE.UU., que hace correr la bola. En el caso Dominique, bien podría ser la atención de EE.UU. que puede convencer a Aristide de llevar el caso a tribunales, a pesar de la grave oposición dentro del partido. EE.UU. está interesado en el caso, pues es un buen vehículo para abordar a los poderosos funcionarios del gobierno haitiano involucrados en el narcotráfico.

Sin embargo, Joanne Mariner, director asistente para las Américas de Human Rights Watch, manifestó que era importante para la administración de George Bush avanzar más allá de las drogas y mirar el homicidio de Dominique y otros asesinatos políticos como una forma de ayudar a Haití a mejorar su sistema judicial y a terminar con la impunidad.

"Human Rights Watch seguirá de cerca los avances en la investigación de la muerte de Dominique y, en nuestra opinión, así debería hacer la administración. El resultado de este caso será un indicador importante de la resistencia y confiabilidad del sistema judicial haitiano", agregó.

El periodista

Reportero irascible y crítico, Dominique se hizo de muchos enemigos por los editoriales cáusticos que producía en sus programas de radio de la mañana y la tarde. Al momento de su muerte, entre sus enemigos había desde partidarios de la extrema derecha de Duvalier, hasta populistas de la extrema izquierda del Lavalas.

Hijo de un mulato y proveniente de una familia de la clase alta en la Haití dominada por un sistema de clases, Dominique era considerado un enemigo de su clase por su apoyo de toda una vida a los pobres de ese país. Capacitado en Agronomía, Dominique se dedicó al periodismo radial en la década del ’60 a través de un programa de una hora en el que era anfitrión en un segmento de tiempo rentado en la Radio Haití. Hacia 1971, él ya había adquirido la estación, e inició una suba meteórica en la profesión por su estilo rimbombante y disposición para desafiar los abusos de poder.

Orador apasionado, con un dominio colorido del francés y del creole, Dominique utilizó las ondas de radio para oponerse a Francois "Papa Doc" Duvalier, a su hijo "Baby Doc" y a las juntas militares que gobernaron en Haití hasta principios de los ’90. Se fue al exilio en dos oportunidades. En 1980, después de que su estación fuera destruida, partió hacia los EE.UU. con su esposa Michele Montas y regresó a Haití sólo después de que una revuelta popular derrocó a Baby Doc Duvalier, en febrero de 1986. En 1991, cuando un golpe militar derrocó al presidente Aristide, otra vez optó por el exilio en EE.UU., y sólo regresó en 1994, cuando Aristide volvió al poder de la mano de las fuerzas armadas estadounidenses.

Alcanzó extrema popularidad a través de Haití, especialmente entre los campesinos del interior, porque su estación a menudo abordaba cuestiones de titularidad de tierras y agricultura. Su estación fue la primera en ofrecer programas de radio en idioma creole, decisión ésta que, posteriormente, fue copiada por otros en un país donde el 90% de sus ciudadanos son analfabetos y hablan creole, no francés, el idioma oficial. "Dominique ayudó a sentar las bases para una prensa independiente en Haití", escribió Jean Jean-Pierre, periodista que vive en el exilio, en Nueva York.

Dominique y su esposa Montas fueron anfitriones de Inter Actualites, el programa matutino más popular de Radio Haití, que incluía eventos de noticias, comentarios y editoriales. Montas, periodista calificada en EE.UU., tenía a su cargo las noticias nacionales, mientras que Dominique leía noticias internacionales y escribía los editoriales y comentarios de la estación, que consistían en peroratas indignantes en contra de políticos y empresarios corruptos.

Antiguo partidario de Aristide, Dominique aceptó a su sucesor, el presidente René Préval, que había sido personalmente seleccionado y se desempeñó desde 1996 hasta febrero de 2001. También agrónomo, tanto Préval como Dominique creían en propiciar un cambio en Haití a través del acceso político en el interior. Juntos fundaron Kozepep, una organización de campesinos que podía congregar a estos en reuniones políticas y que comenzó a tener problemas con el liderazgo del Lavalas, que lo vieron como fuerza competidora. Varios integrantes del Kozepep fueron atacados por el Lavalas en el interior de Haití. Si bien muchos problemas graves afectaron al gobierno de Préval, incluida su decisión de disolver el Parlamento, Dominique tenía esperanzas con Préval.

"Era más un político que un periodista", comentó sobre Dominique Max Chauvet, editor de Le Nouvelliste, el periódico matutino líder de Haití.

Vestido en forma casual en esta capital tropical, donde los hombres usan traje y corbata con un clima de 90° Fahrenheit (32° C), Dominique prefirió trabajar en mangas de camisa y calzado sin medias. Sin embargo, era un conservador de moral insobornable. Le comentó a su esposa que no permitiría que el Lavalas –término que significa "torrente purificador" en creóle– fuera dominado por funcionarios corruptos.

Según testimonios de Montas, Dominique siguió respaldando a Aristide. Incluso en momentos en que otros destacados integrantes del Lavalas se unieron a la creciente oposición de Aristide, Dominique siguió en el partido. En 1996, por ejemplo, cuando los líderes de la Organización Política Lavalas (OPL), que apoyó la primera elección de Aristide en 1990, se negaron a apoyar el deseo de Aristide de prolongar su primer mandato presidencial y se separaron, Dominique se mantuvo al lado. El periodista se unió al nuevo Fanmi Lavalas de Aristide y ayudó a rescatar el reconocimiento del nombre popular Lavalas proveniente del otro partido, que comenzó a hacerse público como OPL. En varias ocasiones, Dominique le comentó a Aristide que necesitaba limpiar el Lavalas de personajes deshonrosos involucrados en la corrupción y el narcotráfico. Al final, Dominique parece haber sido abandonado por aquellos a quienes protegió.

"El lema de Jean fue la transparencia, la verdad y la participación", comentó Montas, una elegante mujer grande de 54 años y afable que continúa operando Radio Haití y está determinada a mantener el nombre de su esposo en las noticias hasta que se resuelva el caso.

En mayo del 2000, un mes después del homicidio de Dominique, el Lavalas ganó 72 de las 82 bancas en la Cámara de Diputados y 18 de las 19 bancas del Senado. Obtuvieron otras ocho bancas en las elecciones de noviembre. Sin embargo, los métodos de tabulación empleados para contar los votos en las elecciones de mayo son objeto de una feroz disputa. El recuento de votos en nueve áreas fue declarado irregular por la oposición haitiana y organizaciones internacionales independientes tales como la Organización de Estados Americanos (OEA) y las Naciones Unidas. "Si Dominique estuviera vivo, no habría permitido que esto pasara inadvertido", comentó un observador político.

El crimen

El día que fue asesinado, Dominique llegó a la estación de radio a la hora acostumbrada –un poco después de las 06:00 a.m. – para poder estar unos minutos a solas para preparar su editorial. El programa de noticias comenzó a las 07:00.

Aparentemente, los asesinos vigilaron la estación las dos semanas anteriores al crimen. Durante ese tiempo, Montas había estado llegando a la estación con Dominique debido a un problema de columna. Esa no era su rutina normal. Tenían horarios diferentes y preferían ir en distintos autos. Por el destino, ese 3 de abril del 2000, Montas conducía ella por primera vez en días. "Aparentemente, eran dos los encargados de disparar. Supongo que uno estaba destinado a mí", explicó ella en una entrevista en su oficina del segundo piso en Radio Haití Inter.


Dominique manejó hasta la entrada de la estación en Delmas Road, una vía pública que conectaba el vecindario hacia Petionville y el centro de Port-au-Prince. Jean-Claude Louissaint, el guardia de seguridad, abrió el portón metalizado azul. Un hombre vagabundeaba cerca, pero Dominique no prestó atención. Dos autos estacionaron enfrente de la estación con varios hombres dentro.

Dominique estacionó y dio unos pasos hacia la puerta de la estación. El hombre que vagabundeaba atravesó a pie el portón. Alcanzando a Dominique, sacó un revólver y le disparó siete veces con balas mortales de puntos huecos, por si tenía puesto un chaleco antibalas. Un disparo le perforó la aorta. Después, el tirador le disparó al guardia de seguridad y lo mató. "Jean no habría sobrevivido por sus heridas", aseguró Montas, que halló los cuerpos cuando llegó a la estación, unos minutos después.

La investigación

La muerte de Dominique provocó manifestaciones y exhibiciones masivas de luto. Once mil personas asistieron a su funeral y a una ceremonia en un estadio de fútbol. Sin embargo, diez meses después del hecho, los criminales siguen sin ser llevados ante la justicia. Hay seis hombres en prisión, acusados de ser los autores materiales o cómplices del crimen, aunque la investigación avanza lentamente, obstaculizada por la situación política en deterioro del país y las exhibiciones envalentonadas de bravura de gente que, según los investigadores, estuvo involucrada en la planificación y perpetración del homicidio.

Incidentes grotescos han complicado la investigación del crimen, poniendo en evidencia la inclinación de Haití para el drama y el ocultismo. El pasado julio, Jean Wilner Lalanne, un sospechoso clave, murió después de que un ortopedista le extrajera las balas alojadas en los glúteos, lesiones que sufrió al intentar escapar de su arresto. Integrante de una cadena de robos de autos, se dijo que Lalanne era el nexo entre los autores materiales y los intelectuales. Se creía que había provisto los autos para escapar. Cuando la policía solicitó el cadáver de Lalanne para realizarle una autopsia, se supo que había desaparecido de la morgue. Fuentes del hospital informaron que probablemente fue enterrado en una fosa común, donde se dispone de los cuerpos no reclamados. Aparentemente, el hospital entierra los cuerpos rápidamente, pues la electricidad se interrumpe varias horas durante el día por escasez de energía. La explicación es extraña, pues el personal del hospital sabía que Lalanne era un sospechoso importante en el homicidio de Dominique.

Un hecho sorprendente también es que el médico ortopedista que intervino quirúrgicamente a Lalanne fue posteriormente acusado de homicidio involuntario por el juez de la causa. El médico no estaba en el país al momento de la acusación.

Dos abogados con influencias, Jean Claude Nord y Gerard Georges, también sospechosos en el caso debido a que amenazaron a Dominique en un programa de radio unas semanas antes del crimen, representan al senador Dany Toussaint, sospechoso en esta causa.

Después están los chimères grupos de protesta vociferantes del Lavalas puestos en escena para desafiar a la oposición y que, se dice, reciben una retribución por sus servicios. Han venido a gritarle al juez cada vez que él arresta a sospechosos para interrogarlos en sus oficinas.

Los líderes del Lavalas reclaman que los chimères están fuera del control de los fanáticos del Lavalas. Los periodistas haitianos dicen que los chimères tienen líderes que comandan sus gritos. Dicho líder estuvo en los titulares en enero. Paul Raymond, jefe de la Pequeña Comunidad de la Iglesia del Lavalas, que opera fuera de las ruinas de San Juan Bosco, la vieja parroquia donde Aristide comenzó su carrera como sacerdote, hizo temblar a 80 periodistas, clérigos y políticos haitianos cuando advirtió que los chimères los matarían y convertirían su "sangre en tinta, su piel en parches y sus cráneos en tinteros", si continuaban con esa payasada de oposición.

Los haitianos hicieron mucho caso de las advertencias y el gobierno se vio obligado a arrestar a Raymond para llevarlo ante los tribunales a fin de dar una explicación por sus amenazas—su abogado fue el ubicuo Jean Claude Nord, quien también representa a Toussaint y es sospechoso del crimen. Durante una breve visita a las ruinas de la iglesia en el centro de Port-au-Prince, los chimères fueron puestos en camiones y los líderes del Lavalas daban órdenes finales a un grupo de autos para que llevaran a los protestantes a otro lugar.

Los chimères pueden escaparse de las manos. En el pasado, las masas participaron en lo que se denomina "Pere Lebrun", una práctica por la cual se mata a alguien colocándole un neumático en llamas en el cuello. Ellos incendiaron los cuarteles de la oposición y montaron el alboroto frente a los periódicos y estaciones de radio, a quienes ven como a sus enemigos.

Un juez "petit"

El juez Gassant es un hombre delgado y pequeño, de sonrisa amplia. Graduado en la Escuela Nacional de Magistrados de Francia, forma parte de una nueva camada de jueces en Haití que asume su trabajo con seriedad. Cuando se le preguntó por qué había tomado el caso Dominique, respondió que "no podía rechazar la oferta por su integridad profesional". Sin embargo, el pueblo de Haití desea manifestar que el juez está, prácticamente, "cargando un ataúd en sus brazos".

Entre octubre y enero el juez trabajó libremente, aunque vacilando por temor. La investigación es traicionera y Gassant, que se encarga de los arrestos con un grupo de policías que usan máscaras para evitar ser reconocidos, no tenía timidez en expresar su terror. Jamás esperó que la presión fuera tan implacable, pero sigue en pie. Ha abierto una investigación paralela sobre el crimen de Lalanne para determinar si hubo negligencia grave o un intento directo de silenciar a un testigo clave.

Gassant es el tercer juez en el caso. Los otros dos jueces renunciaron después de haber sido amenazados de muerte. Gassant asumió el caso por el prestigio y desafío legal y sigue en pie asido de alfileres. Un día rompió en llanto durante una breve entrevista. Obedece estrictamente las reglas y reglamentaciones de los procesos; lo que significa que los periodistas no tienen acceso a la investigación. Es parte del secreto de sumario, aplicado por el sistema legal napoleónico de Haití.

La documentación del caso Dominique está guardada en dos grandes cajas de cartón que el juez conserva en un lugar oculto. Su familia no vive en Haití y él duerme todas las noches en una casa diferente. Viaja por la ciudad en una serie de autos sin matrícula con guardaespaldas e integrantes del equipo de armas y tácticas especiales. Los asesinos acechan en la oscuridad de Port-au-Prince o se ocultan entre los peatones que circulan en todas direcciones frente a los autos, en los notorios embotellamientos de tránsito en Haití. En los últimos cinco años han tenido lugar docenas de crímenes políticos en las atestadas calles de la ciudad.

Unas semanas atrás, el juez pensó que iba a tener un encuentro cercano: su automóvil fue interceptado por el vehículo de Milien Rommage, un asistente del Lavalas y ex número dos de la fuerza de seguridad del palacio presidencial. La unidad ha sido citada por observadores internacionales como el lugar desde donde se planificaron varios crímenes políticos. Al reconocer el auto del juez, Rommage gritó que muy fácilmente podría ametrallar el vehículo. Se supuso que las observaciones eran en broma, pero el juez ha recibido varias amenazas contra su vida, y el encuentro tuvo lugar mientras él luchaba en el senado controlado por el Lavalas, que amenazaba investigarlo por su intención de citar a Dany Toussaint, elegido senador en las elecciones de mayo del 2000.

Yvon Neptune, presidente del Senado y partidario de Toussaint, comentó que el pedido del juez de cuestionar a Toussaint era inaceptable si provenía de un juez "petit"; lo que, en resumen, se traduce como un magistrado insignificante.

La fuerza impulsora que hay detrás de la investigación del caso Dominique es su esposa Michele Montas, una periodista destacada que jamás ahondó en el submundo haitiano hasta que el asesinato de su esposo la obligó a mirar a un país que ella no conocía. "Jean fue asesinado porque iba a impedir que un montón de gente se enriqueciera", comentó. Ella hace uso de la estación de radio, independientemente de las pocas conexiones que tiene en el gobierno de Aristide, para obtener favores y hacer avanzar la causa.

Montas conoció a Dominique cuando ella entró a trabajar a Radio Haití, a principios de los ’70. Recientemente graduada de la Escuela de Periodismo de la Universidad de Columbia, donde fue testigo de las manifestaciones en contra de la guerra de Vietnam de 1969, Dominique le hizo perder la cabeza con su pasión por la política. Casados durante 25 años al momento de su muerte, Montas sufrió mucho la pérdida. Consideró la posibilidad de cerrar la estación, pero con la ayuda de la hija de Dominique, Gigi, reinició operaciones un mes después del asesinato. También juró resolver el homicidio de su esposo. Para colmo, es una misión peligrosa. Pero ella está decidida. "Ellos me mataron a mí cuando asesinaron a mi esposo", explicó, en su inglés afrancesado, y con los ojos llenos de lágrimas.

El gobierno de Préval le ofreció cuatro guardaespaldas que la siguen a todos lados. Ella todavía parece conmocionada por la penosa experiencia. Hay imágenes de su esposo en todas partes de la estación de radio y en su hogar. En Radio Haití, un retrato tamaño natural de un Dominique fotogénico da la bienvenida a los visitantes. En el hogar, sus pipas y la gorra de cuero siguen en el mismo lugar donde él las dejó.

Montas continúa bajo la intensa mirada escrutadora de quienes planearon y ejecutaron a su esposo. Algunas veces, tiene más guardaespaldas. "Cuando las pistas se hacen más frescas", comentó con risa nerviosa. Ha escrito su testamento, pero no cree que los asesinos la persigan. Limitada por el secreto de sumario que cobija la investigación, sólo escribe historias acerca del caso cuando teme que la investigación se deje a un lado. "Ellos pensaron que iba a abandonarla porque soy mujer".

En febrero del 2001, antes de la ceremonia de inauguración del mandato presidencial de Aristide, por ejemplo, Montas suspendió por tres días todas las transmisiones en Radio Haití. La acción consistió en protestar una moción para investigar al juez Gassant presentada por el Senado controlado por el Lavalas después de su tercer intento por obligar al senador Toussaint a testificar. "Ellos tienen que entender que no habrá impunidad en este caso," agregó, aunque está consciente de que necesitará el apoyo internacional para que el caso atraviese el sistema judicial laberíntico de Haití.

¿Quién mató a Dominique?

En el Haití agobiado por los complots, todo el mundo señala con el dedo a cualquiera por el homicidio de Dominique. Amenazado toda su vida, no había recibido advertencias específicas previo a su muerte.

Para iniciar la investigación, Montas le dio a los fiscales una lista de enemigos potenciales que podrían haber mandado a matar a Dominique. Dicha lista incluía a empresarios acusados de supuesta corrupción en editoriales diarios, políticos y ex partidarios de Duvalier.

Inicialmente, el Lavalas alentó enérgicamente la teoría de que Dominique podría haber sido asesinado por ex seguidores de Duvalier. Un nombre que afloró fue el de Leopold Berlanger, figura de la oposición y dueño de Vision 2000, una estación de radio que también ha sido atacada por el Lavalas. El año pasado, Berlanger fue coordinador del Consejo de Observadores Nacionales, una entidad que fiscaliza las elecciones legislativas de mayo. Dominique fue abiertamente crítico de Berlanger en uno de sus últimos editoriales y lo acusó de formar parte de una coalición "dedicada a destruir el Lavalas". Berlanger ha colaborado con la investigación y dejó de ser un máximo sospechoso, de acuerdo con fuentes bien informadas de la investigación.

Berlanger envió una carta a esta oficina el 16 de marzo del 2001 para hacer algunas aclaraciones, las que constan al pie de este trabajo.

En su lugar, observadores haitianos y extranjeros e investigadores en el caso han buscado pistas en un editorial de radio producida por Dominique el 19 de octubre de 1999, seis meses antes de su muerte. El editorial fue un ataque directo en contra de Dany Toussaint, que no era un senador en ese momento, pero se rumoreaba que estaba interesado en convertirse en jefe de policía por segunda vez. Toussaint se desempeñó como jefe interino de policía en el primer gobierno de Aristide, después de que los militares fueran desbandados y se formara una nueva fuerza policíaca. En ese momento, se decía que Dominique estaba preparando una serie de documentos en relación con prácticas corruptas y registros de narcotráfico de varios funcionarios del Lavalas, incluido Toussaint, de acuerdo con varios informes. Sin embargo, Montas insiste en que no había documentos. "Jean sólo acusaba a personas en sus comentarios cotidianos", aseveró.

El editorial de octubre se dio a conocer durante uno de los períodos más delicados de Haití, el año pasado. Tres meses antes, EE.UU. había finalizado un programa de capacitación de policías. Varios funcionarios de esa fuerza favorecidos por los instructores estadounidenses y conocidos por no tener vínculos estrechos con el Lavalas, habían sido obligados a renunciar. El de más influencia era Robert Manuel, el secretario de estado de seguridad pública, que tomó un avión rumbo al exilio cuando los funcionarios del Lavalas, incluido Toussaint, generaron una campaña discordante en su contra. "Primero aparecieron mensajes escritos en paredes, y él supo que tenía que irse", comentó una fuente policial. El editorial se hizo público días después del funeral de Jean Lamy, un funcionario del ejército considerado honesto y un asesor en policía nacional que iba a desempeñarse en el cargo de Manuel. Dominique decidió redactar el editorial porque Toussaint acusó a Manuel del crimen y el periodista entendió que se trataba de una lucha de poder dentro de la fuerza policial, con Toussaint tratando de presionar para asumir puestos policiales clave.

La independencia de la policía ha sido aclamada como uno de los pilares del nuevo Haití. En toda la historia del país, la policía y el ejército fueron utilizados para los deseos caprichosos de quienes estaban en el poder. Se suponía que la nueva policía estaba más allá de la política; sin embargo, algunos funcionarios del Lavalas nunca estuvieron contentos con la capacitación en EE.UU. según observadores extranjeros. Dominique sospechaba de la influencia de EE.UU., pero apoyaba la idea de una fuerza policíaca independiente y atacó a Toussaint por intentar su juego de poder. "Es una mala estrategia", advirtió Dominique en la editorial. Pero luego manifestó lo que muchos han interpretado como una señal de que él sabía que Toussaint era un fuerte oponente. "Si Toussaint viene después de mí, lo denunciaré públicamente y me iré al exilio otra vez con mi esposa y mis hijos".

Toussaint no es el único sospechoso y los investigadores creen que el homicidio fue planeado por varios individuos influyentes. El juez está tomando todavía testimonios preliminares de sospechosos y testigos que, se cree, cuentan con valiosa información del caso. Algunos de los individuos interrogados por el juez de la investigación son: Jean Claude Nord y Gerard Georges, los dos abogados que amenazaron a Dominique unos días antes de su asesinato en un programa que salió al aire en Radio Liberte, una estación radial de Nueva York operada por ex aliados de Duvalier; el senador Dany Toussaint, que respondió a sólo una de tres citaciones y cuyo abogado es Jean Claude Nord; el senador Jean Claude Delice, integrante del Lavalas , cuyo automóvil fue visto cerca de la estación de radio temprano en la mañana del crimen; integrantes de la fuerza de seguridad de Toussaint y dos ex funcionarios militares, Richard "Cha Cha" Salomon y Jacques Aurélus, ambos estrechos aliados de Toussaint, según los investigadores.

Hay seis personas en prisión sospechosas de ser los autores potenciales o cómplices del hecho. Tienen conexiones con las bandas criminales locales que operan en Port-au-Prince, según varias fuentes cercanas a la investigación.

Aparentemente, el crimen fue planeado durante una serie de reuniones; en una de las cuales, los autores intelectuales se reunieron con el jefe de un sindicato criminal prominente. Las autoridades están sumamente interesadas en un matón callejero conocido como Ronald Cadáver.

Cadáver es un ex integrante del pequeño destacamento de seguridad de Aristide, que supuestamente realiza actividades de protección en el centro de Port-au-Prince. Alto, de tez oscura y en sus 30 años, se dice que Cadáver es jefe de varias pandillas que tienen vínculos con narcotraficantes, ladrones de autos y otras organizaciones criminales; sin embargo, su trabajo es simplemente el de un ejecutor de la ley.

La información acerca de las actividades de Cadáver lo vinculan con bandas que operan en el puerto marítimo de Port-au-Prince, localizado a menos de una milla de las ruinas de la iglesia San Juan Bosco, ex parroquia de Aristide. El territorio incluye el puerto donde atracan las embarcaciones que hacen su recorrido entre Miami y el dique de Port-au-Prince, y un mercado central grande y sucio donde se congregan los vendedores para comprar pilas de ropa usada y arrugada que venden en los alrededores de la capital.

Según fuentes que siguen la investigación, los asesinos llegaron a la estación de radio en tres autos. Dos estacionaron cerca de la entrada de la estación, un tercero, en la calle. El primer informante que apareció dijo que los dos vehículos usados como autos para escapar eran una Cherokee blanca y un Nissan Pathfinder rojo. Extremadamente caros en Haití, uno de los vehículos era alquilado, manifestaron los investigadores.


Dos de los sospechosos del asesinato son hermanos que pertenecen a la famosa banda Road Nine, conocida por fuentes haitianas e internacionales como especializada en asesinatos a sueldo. Normalmente opera en el centro, recogiendo el dinero de extorsiones de los comerciantes, según los investigadores. Un sospechoso opera con el nombre de "Tilou", aunque su nombre verdadero es Jamely Milien. Su hermano se llama Jean Daniel Jeudi, alias "Gime." Tilou, de 23 años, es un asesino a sueldo famoso de acuerdo con fuentes policiales. El declaró a fuentes de la investigación que es inocente. No tiene fuentes de ingresos conocidas, pero cuando fue interceptado, la policía le encontró encima US$ 4.000 y un equipo celular caro.

El tercer sospechoso que está en prisión también trabaja supuestamente para Cadáver. Es un haitiano deportado de Estados Unidos bajo estrictas leyes inmigratorias que envían a los no residentes criminales de vuelta a sus países de origen. Dos de los otros hombres arrestados son policías con conexiones con integrantes influyentes del Lavalas. Uno de ellos, Ralph Leger, tenía la Cherokee blanca usada en el crimen, según fuentes policiales. Se dice que otro de los sospechosos que está entre rejas ha sido integrante de la fuerza de seguridad en el Palacio Presidencial, lugar desde donde se han perpetrado varios crímenes políticos, de acuerdo con fuentes internacionales.

Un supuesto teniente de rango de Cadáver fue asesinado a la luz del día a fines de enero. Gasoline, según se lo conocía, aparentemente pasaba información, de acuerdo con fuentes bien informadas.

Los primeros huecos en la investigación surgieron cuando un hombre de nombre Philippe Markington decidió hablar con el juez. Conocido en la ciudad por vender información a cambio de una contribución, Markington portaba una credencial de prensa y tarjeta de policía como identificación. Alegando que, coincidentemente, se hallaba cerca del lugar del homicidio el 3 de abril a las 06:00 a.m., el informante manifestó que vio todo lo que sucedió ese día.

Sin embargo, lo que informó fue tan "claro", según fuentes cercanas a la investigación, que la policía sospechó y lo arrestó como un supuesto integrante del equipo que perpetró del crimen. Incluso la policía cree que él podría haber sido el autor alternativo. Supuestamente, Markington se presentó porque quería que el tribunal intercediera y liberara a algunos de sus amigos que estaban presos por una causa no relacionada.

Markington, incluso trató de lograr que la Embajada de EE.UU. participara en el caso. Había entablado relaciones con la oficina de asuntos públicos de dicho organismo y se reunió varias veces con el titular de esa cartera Dan Whitman. De acuerdo con un documento recopilado por el gobierno haitiano, Whitman comentó que se había reunido con el informante porque él ofrecía información acerca de los ataques en contra de la oposición. Sin embargo, al ser interrogado por la SIP, Whitman sólo manifestó que se reunió con Markington porque él representaba a una organización de sociedad civil. Whitman agregó que no sabía si alguien estaba tratando de relacionarlo con la Markington. Según Whitman, Markington lo había llamado "varias veces" y él había sido autorizado por sus superiores para recibirlo". Whitman comentó que cuando se enteró de que Markington estaba en prisión, "expresó su preocupación por su bienestar, a él y a los funcionarios del gobierno haitiano". Whitman aseveró que no podía "adivinar que estaba siendo relacionado por Markington o por personas asociadas a él.

Sucede que Markington es irremplazable para la investigación. Si bien él niega que sabe algo del caso, los investigadores creen que es parte del grupo de sospechosos . Entre algunas de las pistas antiguas que indicó Markington, cabe mencionar el número de la placa de licencia de la Cherokee blanca usada en el crimen. El vehículo condujo a los investigadores hacia Jean Wilner Lalanne, el ex militar con conexiones en el Lavalas que murió después de la operación en los glúteos. Lalanne fue un estrecho colaborador de Toussaint y un conocido operador en la banda de robo de autos que trae vehículos robados de Miami por barco y los vende en Haití y en la República Dominicana. Los vehículos robados se usan para el lavado de las ganancias del narcotráfico, de acuerdo con los investigadores.

Muere el sospechoso

Lalanne fue detenido en junio del 2000, pero fue herido cuando intentaba escapar. Pasó 13 días en el hospital general de Port-au-Prince, negándose a recibir tratamiento porque temía que lo mataron para impedir que hablara. El día que eligió un doctor, uno de sus abogados, aparentemente Ephesien Jeassaint , dispuso trasladar a Lalanne a un hospital privado donde Charles, un ortopedista, lo intervino quirúrgicamente. Jamás se explicó por qué un ortopedista operó a Lalanne. Sin embargo, cuando éste murió, el doctor se asustó en pánico y llamó a Montas y al juez que interviene en la causa. Después de atestiguar para la parte acusadora, se marchó de Haití con rumbo desconocido.

Posteriormente Charles envió una carta a esta redacción donde entre otras aclaraciones dijo que el abogado de Lalanne no era Nord como primero se dijo en este informe, sino Jeassaint. También explicó que no estaba en lugar desconocido sino en Nueva York, y que dejó Haití el 17 de noviembre del 2000 y fue admitido en el hospital Beth Israel por problemas del corazón. Otras aclaraciones de Charles constan al pie de este trabajo.

La causa inicial de la muerte de Lalanne, según la partida de defunción, fue paro cardíaco. En el momento de su muerte, Lalanne tenía 32 años y se encontraba en aparente buena salud. Con posterioridad, Charles cambió su versión y le dijo a un amigo, Pierre Alix Nazon, urólogo, que Lalanne había muerto de una embolia pulmonar. Aseveró que Lalanne tenía un hueso de la cadera destrozado. Fuentes policiales argumentaron que ese dato es falso. El juez acusó a Charles de homicidio involuntario. Fuentes bien informadas manifestaron que, según parece, Lalanne habría muerto envenenado.

Dany Toussaint

Mientras el cuerpo de Dominique yacía en el ataúd durante el funeral que tuvo lugar en el estadio de fútbol, varios partidarios del Lavalas se acercaron y bailaron sugestivamente alrededor del féretro, entonando cantos políticos en contra de la oposición. En la exasperación del momento, uno de los partidarios dejó caer una foto de Dany Toussaint dentro del ataúd. Uno de los sobrinos de Dominique observó el incidente y extrajo la foto. Sin embargo, el hecho ha sorprendido a los investigadores que han tratado de comprender el significado. Para algunos, ésa fue una exhibición cínica. Independientemente de cuál sea el significado, fue un gesto macabro.

Toussaint no se ha quedado quieto frente a los ataques y cargos que se le imputan en relación con el crimen de Dominique. Incluso ha acusado a la viuda, Montas, de planear el homicidio. Su abogado Jean Claude Nord ha acusado a Montas de organizar los ataques en contra de Toussaint, para desbaratar sus posibilidades de postularse para las elecciones presidenciales del 2006.

Hoy en día, Toussaint es un líder del Lavalas popular y con influencias. Acusado por el Congresista de EE.UU., Dan Gilman, el pasado abril como un prominente narcotraficante de Haití, Toussaint fue elegido senador después de gastar miles de dólares en la construcción de canchas de fútbol en los barrios pobres de Port-au-Prince — gesto éste que evoca al extinto amo del narcotráfico colombiano Pablo Escobar. El recibió el porcentaje más alto de votos en las elecciones legislativas, recurriendo a la popularidad que tiene entre los jóvenes, que constituyen el sector más grande de la población haitiana.

Ex funcionario militar, Toussaint se acercó al movimiento político de Aristide a principios de los ’90, después de reclamar que se había negado a ejecutar una orden para asesinar al ex sacerdote. En 1997, fue arrestado por el Servicio de Inmigración y Naturalización (Immigration and Naturalization Service/INS). Fuentes de Washington dijeron que los funcionarios de inteligencia que tenían suficiente información acerca de Toussaint, no la pasaron a tiempo al INS: Toussaint fue liberado dos semanas después.

Elegido sobre una plataforma de seguridad pública, Toussaint prometió ejercer mano dura contra el crimen, cambio éste irónico, dados los rumores acerca de su supuesta participación en el narcotráfico. La elección de Toussaint al Senado le otorga amplio poder en Haití. Por un lado, tiene inmunidad en el caso Dominique. Aun cuando el juez hallara suficiente evidencia para llevarlo ante un tribunal , el Senado está controlado por el Lavalas y jamás votaría para levantar la inmunidad a Toussaint. El Senado ya ha levantado una muralla alrededor de Toussaint.

Toussaint envió una carta aclaratoria a esta oficina el 27 de marzo del 2001, sobre la cual se deja constancia al pie de este trabajo.



Nota del Editor

La siguiente es una versión editada de las cartas enviadas a la SIP por el senador Dany Toussaint, el Sr. Léopold Berlanger y el Dr. Alix Charles, en respuesta a la publicación del informe redactado por Ana Arana, respecto de la investigación de la SIP sobre el asesinato del periodista haitiano, Jean L. Dominique, director de Radio Haiti Inter.



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Carta a la SIP del Senador Dany Toussaint:

27 de marzo de 2001

Estimada Señora:


Según manifestó uno de sus colegas haitianos, la muerte de chivos expiatorios no es para ventaja de los periodistas, a quienes sólo debería interesarles castigar al autor material realmente culpable. Sin embargo, a los efectos de informar a sus lectores, tomaré algunas imprecisiones y malas opiniones vertidas en sus documentos:

¿Cómo han podido reclamar que las pruebas (¿cuáles?) indican que estos dignatarios (Lavalas) vieron el sentido de honestidad y la independencia de Dominique como una amenaza?

- El senador Jean Claude Delice, miembro del Lavalas y uno de los amigos de Toussaint, cuyo automóvil había sido visto no lejos de la estación de radio, a primeras horas de la mañana, cuando tuvo lugar el homicidio (página 10, 2° párrafo). Yo sólo vi la cara de Jean Claude Delice cuanto tomó juramento en el Senado de la República. Él es miembro del kozepep (una organización de campesinos) cercana a Jean Dominique. Jean Wilner Lalanne no es un ex integrante del ejército, por lo que no tuve ninguna relación profesional ni de otro tipo cuando estaba vivo.

- "La consulta indicó recientemente que, aparentemente, Dominique era víctima de luchas provenientes del partido político de Aristide La Fanmi Lavalas". Inmediatamente después de expresar que "la lista de sospechosos es larga, ex miembros de la dinastía de Duvalier y empresarios corruptos." ¿Todos estas personas son integrantes del partido político de Aristide? ¿No pueden darnos ninguna respuesta sobre este punto?

- Toussaint fue elegido senador después de haber gastado miles de dólares para construir estadios de fútbol en áreas pobres de Puerto Príncipe, empleando los mismos medios que Pablo Escobar. Ustedes parecen estar tan interesados en compararme con Pablo Escobar que siguen diciendo cosas sin sentido: el estado haitiano sólo construyó un estadio, el Silvio Cator, en todo el país y hace diez años. Me pregunto dónde están los que, se supone, construí sólo con "miles de dólares"...

Además, ustedes manifiestan: "En la actualidad, Toussaint es un líder poderoso y popular del Lavalas." Probablemente sea ésta la causa de las últimas dificultades que estoy enfrentando.

En 1986 escapé de mi país para evitar tener que matar a líderes democráticos tales como periodistas y sacerdotes. En 1991, por arriesgar mi vida en defensa del presidente Aristide durante el golpe militar, me convertí en sospechoso entre los haitianos e, incluso, entre los políticos extranjeros. ¿Por qué debería ser el único líder militar que ha de ser juzgado? ¿Por qué el único que se marchó dos veces en exilio?

Dany Toussaint






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Carta del Dr. Alix Charles

Marzo de 2001

Sra. Ana Arana

Sociedad Interamericana de Prensa

Estimada Señora:

Para su información, haré algunas rectificaciones a este artículo, por considerarlas perjudiciales para mi persona.

Lalanne ya había sido internado en el hospital general durante 13 días; sin embargo, debido a las tres heridas de bala en su nalga izquierda, que provocaron la fractura de la parte superior de su muslo izquierdo, la curación no se produjo en esos 13 días. Su abogado, el Sr. Ephesien Jeassaint se puso en contacto conmigo en relación con la intervención de su muslo fracturado.

Permítame informarle que la fractura de fémur debe operarse a la brevedad para prevenir cualquier embolia pulmonar asociada. Toda la documentación médica en relación con el Sr. Lalanne, además de las radiografías hechas antes y después de la muerte del enfermo, con la indicación del diagnóstico, están en manos de la Justicia. No tuve oportunidad de hablar con la Sra. Montas; pero haga un esfuerzo de llamarla y hacerle preguntas al respecto.

No tuve que llamar al juez; él se comunicó conmigo tres días después para solicitarme que fuera a su oficina con el abogado de Radio Haití, el Sr. Mario Joseph y un funcionario policial.

Me fui de Haití el 17 de noviembre para venir a EUA y no a un destino desconocido, por problemas cardíacos y fui internado en el Hospital Beth Israel, Nueva York.

Nunca se dijo que el Sr. Lalanne tuvo un ataque cardíaco, según se informó en el informe preparado por mí en la fecha de la muerte. ¿Está usted enterada de que yo preparé el informe de la muerte con el diagnóstico de paro cardiorrespiratorio, probablemente provocado por una embolia pulmonar?

¿No desea obtener el original del diagnóstico de ataque cardíaco? El 1° de julio tuve la oportunidad de explicarle al juez a cargo de la investigación que lo escribió en su informe. Además, él tiene una copia del informe médico. Mi abogado es otro Sr. Georges.

Usted podrá hallarlo a través de una verificación sencilla; yo jamás tuve otra cosa que decir; siempre se trató de embolia pulmonar.

El Sr. Lalanne falleció, en realidad, de embolia pulmonar debido a su fractura ocurrida 13 días antes. Tuvo el privilegio de que el Dr. Rodrigue Dazang le practicara la autopsia 5 días después de su muerte. El cadáver desaparecería 3 meses después, según el juez. No hubo manipulaciones humanas respecto de la muerte mientras estuvo en las manos de 2 anestesiólogos con experiencia: los doctores Ivose Chrysostome y Gina Georges y frente a mi asistente, el Dr. Delano Benjamin.

Dr. Alix Charles



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Carta de Léopold Berlanger


16 de marzo de 2001.

El propósito de esta carta es también hacer hincapié en el texto que aparece en vuestra historia y que podría sugerir a los lectores que mi nombre "emergió" en este asunto pues, y cito: "inicialmente, el Lavalas impulsó enérgicamente la teoría de que Dominique podría haber sido asesinado por ex seguidores de Duvalier." Me opongo particularmente a esta insinuación, que estimo involuntaria, por la fuerte oposición que siempre he sentido por los regímenes de Duvalier.


En enero de 2000 fui elegido jefe del Consejo de Observadores Nacionales (CON/Council of National Observers), organización obligatoria por ley electoral, que incorpora diversos sectores de distintos horizontes políticos, incluido el Lavalas. Esta participación constituye uno de mis últimos esfuerzos por promover la causa de la democracia en mi país.


El CNO, cuya misión consiste en garantizar la participación de observadores de elecciones competentes y nativos, también incluye a organizaciones destacadas de derechos humanos tales como Justice and Peace of the Catholic Church (Justicia y Paz de la Iglesia Católica), Haitian Platform of Human Rights Organizations/POHDH (Plataforma Haitiana de Organizaciones de Derechos Humanos) y organizaciones de campesinos tales como Kozepep, que se originó dentro del Lavalas.


La afirmación falsa de que el CNO y yo mismo tuvimos algo que ver con el homicidio de Dominique puede remontarse a las partes que, por sus acciones, han demostrado consistentemente odio por el proceso democrático y el imperio del derecho. El asociarme a mí de cualquier manera con el régimen de Duvalier es igualmente ofensivo.


Léopold Berlanger

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