El acusado confeso y ex policía confirmó que la orden de matar a Brandão provino de João Arcanjo Ribeiro, alias el Comendador, acusado en Brasil, entre otros delitos de dirigir el crimen organizado y de evasión de impuestos. Ribeiro se encuentra preso desde abril de este año en Montevideo, Uruguay, por lavado de dinero. El Ministerio Público aguarda que sea extraditado a Brasil para dar curso al proceso relacionado con la muerte de Sávio Brandão.

Agostinho también delató a Célio Alves de Souza (quien habría proporcionado el apoyo logístico) y a João Leite (intermediario). Según el fiscal penal titular del Tribunal de Justicia de Cuiabá, João Augusto Veras Gadelha, el preso intentó salvaguardar a su amigo Fernando Barbosa Belo, pero las pruebas recogidas durante las diligencias policiales indicarían que Belo conducía la moto que fue usada el día del crimen.

De los acusados, Leite es el que permanece fugitivo. El comisario Luciano Inácio da Silva, del Grupo de Combate contra el Crimen Organizado y de la División Antisecuestro (GAECO), garantizó que continúan las investigaciones para localizarlo. El comisario está investigando también otros homicidios relacionados con Arcanjo.

Fernando Barbosa Belo fue detenido en Italia el 10 de septiembre de 2003 por la Policía Internacional (Interpol) y se encuentra aguardando la extradición. El fiscal Mauro Zaque de Jesus, también de GAECO, aguarda la aprobación de los gastos para viajar a Italia, donde piensa tomarle testimonio al acusado. “Mi preocupación en este momento, antes que la extradición es su confesión”, comentó.

Célio Alves de Souza se encuentra preso en Cuiabá, pero su juicio todavía debe esperar porque incluyó a una testigo de la defensa en Italia. “Fue una estrategia para retrasar el proceso”, afirmó el fiscal Gadelha, quien envió una carta rogatoria para tomarle testimonio a la testigo.